Lección 236 y Texto UCDM
LECCIÓN 236
Gobierno mi
mente, la cual sólo yo
debo gobernar.
1. Tengo un reino que gobernar. 2Sin
embargo, a veces no parece que yo sea su rey en absoluto, 3sino que
parece imponerse sobre mí, y decirme cómo debo pensar y actuar y lo que debo
sentir. 4No obstante, se me ha dado para que sirva cualquier
propósito que yo perciba en él. 5La única función de mi mente es
servir. 6Hoy la pongo, al servicio del Espíritu Santo para que Él la
use como mejor le parezca. 7De esta manera, soy yo quien dirige mi mente, que sólo
yo puedo gobernar. 8Y así la dejo en libertad para que haga la Voluntad de Dios.
2. Padre, mi mente está dispuesta hoy
a recibir Tus Pensamientos y a no darle entrada a ningún pensamiento que no
proceda de Ti. 2Yo gobierno mi mente, y te la ofrezco a Ti. 3Acepta mi
regalo, pues es el que Tú me hiciste a mí.
Texto
V.
El concepto del yo frente al verdadero Ser
1. Las enseñanzas del mundo se basan en un concepto del
yo que se ajusta a la realidad mundana. 2Y como tal, se adapta muy
bien a ella. 3Pues es una imagen que encaja perfectamente en un
mundo de sombras e ilusiones. 4En él se encuentra como en su propia
casa, y todo lo que ve es uno con ella. 5El propósito de las
enseñanzas del mundo es que cada individuo forje un concepto de sí mismo. 6Éste
es su propósito: que vengas sin un yo, y que fabriques uno a medida que creces.
7Y cuando hayas alcanzado la "madurez", lo habrás
perfeccionado, para así poderte enfrentar al mundo en igualdad de condiciones y
perfectamente adaptado a sus exigencias.
2. Tú forjas un concepto de ti mismo, 2el
cual no guarda semejanza alguna contigo. 3Es un ídolo, concebido
con el propósito de que ocupe el lugar de tu realidad como Hijo de Dios. 4El
concepto de ti mismo que el mundo te enseña no es lo que aparenta ser, 5pues se
concibió para que tuviera dos propósitos, de los cuales la mente sólo puede
reconocer uno. 6El primero presenta la cara de inocencia, el aspecto
con el que se actúa. 7Ésta es la cara que sonríe y es amable, e
incluso parece amar. 8Busca compañeros, contempla a veces con
piedad a los que sufren, y de vez en cuando ofrece consuelo. 9Cree ser
buena dentro de un mundo perverso.
3. Este aspecto puede disgustarse, pues el mundo es
perverso e incapaz de proveer el amor y el amparo que la inocencia se merece. 2Por
esa razón, es posible hallar este rostro con frecuencia arrasado de lágrimas
ante las injusticias que el mundo comete contra los que quieren ser buenos y
generosos. 3Este aspecto nunca lanza el primer ataque. 4Pero
cada día, cientos de incidentes sin importancia socavan poco a poco su
inocencia, provocando su irritación, e induciéndolo finalmente a insultar y a
abusar descontroladamente.
4. La cara de inocencia que el
concepto de uno mismo tan orgullosamente lleva puesta, condona el ataque que
se lleva a cabo en defensa propia, pues, ¿no es acaso un hecho harto conocido
que el mundo trata ásperamente a la inocencia indefensa? 2Nadie que
forja una imagen de sí mismo omite esta cara, pues tiene necesidad de ella. 3Mas
no quiere ver el otro lado. 4Sin embargo, es ahí donde el
aprendizaje del mundo tiene puestas sus miras, pues ahí es donde se establece
la "realidad" del mundo, para perpetuar la continuidad del ídolo.
5. Detrás
de la cara de inocencia se encuentra una lección, para enseñar la cual se
concibió el concepto del yo. 2Es una lección acerca de un terrible
desplazamiento y de un miedo tan devastador que la cara sonriente que se
encuentra encima tiene que mirar para siempre en otra dirección, no sea que
perciba la traición que oculta. 3Esto es lo que la lección enseña. 4Yo
soy la cosa que tú has hecho de mí, y al contemplarme, quedas condenado por
causa de lo que soy". 4El mundo sonríe con aprobación ante este
concepto de ti mismo, pues garantiza que los senderos del mundo se mantengan a
salvo y que los que caminan por ellos no puedan escapar.
6. Ésta es la lección básica que garantiza que tu
hermano estará condenado eternamente, 2pues lo que tú eres se ha
vuelto ahora su pecado. 3Y para esto no hay perdón. 4No
importa ya lo que él haga, pues tu dedo acusador apunta hacia él sin vacilación
y con mortal puntería. 5Apunta también hacia ti, pero este hecho se mantiene
aún más oculto entre las brumas que se encuentran tras la cara de inocencia. 6Y
en esas bóvedas ocultas se conservan todos sus pecados así como los tuyos, y se
mantienen en la oscuridad, donde no se pueden percibir como errores, lo cual
la luz indudablemente mostraría. 7No se te puede culpar por lo que
eres, ni tampoco puedes cambiar lo que ello te obliga a hacer. 8Tu
hermano es para ti, pues, el símbolo de tus propios pecados, y lo condenas
silenciosamente, aunque con tenaz insistencia, por esa cosa odiosa que eres.
7. Los conceptos se aprenden. 2No son
naturales, 3ni existen aparte del aprendizaje. 4No son
algo que se te haya dado, de modo que tienen que haberse forjado. 5Ninguno
de ellos es verdad, y muchos son el producto de imaginaciones febriles, que
arden llenas de odio y de distorsiones nacidas del miedo. 6¿Qué es
un concepto, pues, sino un pensamiento al que su hacedor le otorga un
significado especial? 7Los conceptos mantienen vigente el mundo. 8Mas
no se pueden usar para demostrar que el mundo es real. 9Pues todos
ellos se conciben dentro del mundo, nacen a su sombra, crecen amoldándose a sus
costumbres y, finalmente, alcanzan la "madurez" de acuerdo con el
pensar de éste. 10Son ideas de ídolos, coloreadas con los pinceles
del mundo, los cuales no pueden pintar ni una sola imagen que represente la
verdad.
8. La idea de
un concepto del yo no tiene sentido, pues nadie aquí sabe cuál es el propósito
de tal concepto, y, por lo tanto, no puede ni imaginarse lo que es. 2Todo
aprendizaje que el mundo dirige, no obstante, comienza y finaliza con el solo
propósito de que aprendas este concepto de ti mismo, de forma que elijas acatar
las leyes de este mundo y nunca te aventures más allá de sus sendas ni te des cuenta
de cómo te consideras a ti mismo. 3Ahora el Espíritu Santo tiene que
encontrar un modo de ayudarte a comprender que el concepto de ti mismo que has
forjado tiene que ser des-hecho si es que has de gozar de paz interior. 4Y
no se puede desaprender, excepto por medio de lecciones cuyo objetivo sea
enseñarte que tú eres otra cosa. 5pues de lo contrario, se te
estaría pidiendo que intercambiases lo que ahora crees por la pérdida total de
tu ser, lo cual te infundiría aún mayor terror.
9. Por tal razón, las lecciones del Espíritu Santo
están diseñadas de manera que cada paso sea fácil, y aunque a veces puede
producirse cierta incomodidad y angustia, ello no afecta lo que se ha
aprendido, sino que constituye una re-interpretación de lo que parecen ser las
pruebas a su favor. 2Consideremos, pues, qué prueba hay de que tú
seas lo que tu hermano hizo de ti. 3Pues si bien aún
no te das cuenta de que eso es lo que piensas, es indudable que a estas
alturas ya eres consciente de que te comportas como si eso fuese lo que
piensas. 4¿Reacciona él por ti? 5¿Y sabe él acaso lo que
va a ocurrir exactamente? 6¿Puede ver tu futuro y determinar por
adelantado lo que debes hacer en toda circunstancia? 7Él tendría
que haberte creado tanto a ti como al mundo para poder tener tal presciencia de
lo que ha de suceder.
10. Que tú seas lo que tu hermano
ha hecho de ti es bastante improbable. 2Incluso si ello fuese
cierto, ¿quién te dio la cara de inocencia? 3¿Podría ser ésta tu
propia aportación? 4¿Quién es, entonces, el "tú" que la
concibió? 5¿Y quién es el que se engaña con toda tu bondad, y la
ataca? 6Olvidémonos de la ridiculez de este concepto y pensemos
simplemente en esto: lo que crees ser consta de dos partes. 7Si una
de ellas fue generada por tu hermano, ¿quién estaba allí para inventar la otra?
8¿Y de quién hay que mantener algo oculto? 9Aun si el
mundo fuese perverso no habría necesidad de ocultar aquello de lo que estás
hecho. 10¿Quién lo podría ver? 11¿Y qué
podría necesitar defensa sino lo que se ataca?
11. Tal vez la razón de que este
concepto tenga que mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la luz, el que
pensaría que no es verdad eres tú. 2¿Y qué le ocurriría al mundo que
ves si todos sus pilares se eliminasen? 3Tu concepto del mundo
depende del concepto que tienes de ti mismo. 4Y ambos
desaparecerían si cualquiera de ellos se pusiese en duda. 5El
Espíritu Santo no quiere precipitarte al pánico. 6Por lo tanto, lo
único que te pide es que por lo menos estés dispuesto a plantearte una simple
pregunta.
12.Hay alternativas con respecto a eso que crees ser. 2Podrías,
por ejemplo, ser lo que has elegido que tu hermano sea. 3Esto ubica
al concepto del yo más allá de una condición de ser algo completamente pasivo,
por lo menos, allana el camino para que se pueda tomar una decisión consciente,
y para reconocer -aunque sea parcialmente- que tuvo que haber tenido lugar
alguna interacción. 4Se entiende en parte que tú elegiste por los
dos, y que lo que él representa tiene el significado que tú le diste. 5Ello muestra también algunos
atisbos de visión con respecto a la ley de la percepción según la cual lo que
se ve refleja el estado mental del perceptor. 6Mas ¿quién eligió
primero? 7Si tú eres aquello que elegiste que tu hermano fuese, tuvo
que haber alternativas entre las que elegir, y alguien tuvo que haber decidido
primero cuál de ellas elegir y cuál rechazar.
13.Si bien este paso representa un avance, no se aproxima aún a la cuestión básica. 2Algo
tuvo que haber tenido lugar antes de que surgieran estos conceptos de uno
mismo. 3Y algo tuvo que haber aprendido las enseñanzas que los
originó. 4Esto no lo puede explicar ninguno de los dos puntos de
vista en cuestión. 4La ventaja principal de haber pasado del primer
punto de vista al segundo es que de alguna manera se ve que tú participaste en
la elección por decisión propia. 6Mas por esta ganancia sufres una
pérdida casi idéntica, pues ahora tú eres culpable por lo que tu hermano es. 7Y
no puedes sino compartir su culpabilidad, ya que la elegiste para él a imagen
y semejanza de la tuya propia. 8Mientras que antes sólo él era el
traidor, ahora tú tienes que ser condenado junto con él.
14.El concepto del yo ha sido siempre la gran preocupación del mundo. 2Y cada individuo cree que tiene
que encontrar la solución al enigma de lo que él es. 3La salvación
se puede considerar como el escape de todos los conceptos. 4No se
ocupa en absoluto del contenido de la mente, sino del simple hecho de que ésta
piensa. 5Y aquello que puede pensar tiene alternativas entre las que elegir, y se
le puede mostrar los pensamientos que conllevan diferentes consecuencias. 6Así
puede aprender que todo lo que piensa refleja la profunda confusión que siente
con respecto a cómo fue concebida y a lo que es. 7Y el concepto del
yo vagamente parece contestar lo que no sabe.
15. No busques tu Ser en símbolos. 2No
hay concepto que pueda representar lo que eres. 3¿Qué importa qué
concepto aceptes mientras percibas un yo que se relaciona con el mal y que reacciona
ante cosas perversas? 4Pues en tal caso, tu concepto de ti mismo
seguirá desprovisto de significado. 5Y no te percatarás de que sólo te
relacionas contigo mismo. 6Ser testigo de un mundo culpable indica
que el mundo ha guiado tu aprendizaje y que lo consideras tal como te
consideras a ti mismo. .7El concepto del yo abarca
todo lo que contemplas, y nada está excluido de esa percepción. 8Si
algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos
secretos. 9Eso es todo. 10Y lo que ves en cualquier clase
de sufrimiento que padezcas es tu propio deseo oculto de matar.
16. Son muchos los conceptos de ti
mismo que forjarás según progreses en tu aprendizaje. 2Cada uno
producirá cambios que se verán reflejados en tus relaciones, conforme la
percepción que tienes de ti mismo vaya cambiando. 3Y cada vez que tenga lugar un
cambio se producirá en ti cierta confusión, mas siéntete agradecido de que el
aprendizaje del mundo vaya soltando la presa que había hecho en tu mente. 4Descansa
seguro y contento en la confianza de que finalmente desaparecerá por completo y
dejará a tu mente en paz. 5El papel de acusador se presentará
en muchos sitios y de muchas maneras. 6Y en cada caso parecerá acusarte.
7Mas no temas que no vaya a ser erradicado.
17. El
mundo no puede hacer que aprendas estas imágenes de ti mismo a no ser que tú
desees aprenderlas. 2Llegará un momento en que todas desaparecerán,
y te darás cuenta de que no sabes lo que eres. 3A esta mente abierta
y receptiva es a la que la verdad retorna, sin impedimentos ni limitaciones. 4Allí
donde todos los conceptos del yo han sido abandonados, la verdad
se revela tal como es. 5Cuando todo concepto haya sido cuestionado y
puesto en tela de juicio, y se haya reconocido que está basado en suposiciones
que se desvanecerían ante la luz, la verdad quedará entonces libre para entrar
a su santuario, limpio y despejado ahora de toda culpa. 6No hay
afirmación que el mundo tema oír más que ésta:
7No sé lo
que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo
considerar al mundo o a mí mismo.
8Sin
embargo, con esta lección nace la salvación. 9Y lo que tú eres te
hablará de Sí Mismo.
Video de Mich Gaymard