Lección 227 y Texto UCDM
LECCIÓN 227
Éste es el
instante santo de mi liberación.
1. Padre, hoy
es el día en que me libero porque mi voluntad es la Tuya. 2Pensé
hacer otra voluntad. 3Sin embargo, nada de lo que pensé aparte de
Ti existe. 4Y soy libre porque estaba equivocado y las
ilusiones que abrigaba no afectaron en modo alguno mi realidad. 5Ahora
renuncio a ellas y las pongo a los pies de la verdad, a fin de que sean para
siempre borradas de mi mente. 6Éste es el instante santo de mi
liberación. 7Padre, sé que mi voluntades una con la Tuya.
2. Y de esta
manera, nos encontramos felizmente de vuelta en el Cielo, del cual realmente
jamás nos ausentamos. 2En este día el Hijo de Dios abandona sus
sueños. 3En este día el Hijo de Dios regresa de nuevo a su hogar,
liberado del pecado y revestido de santidad, habiéndosele restituido finalmente
su mente recta.
Texto
IV.
La verdad que yace tras las ilusiones
1. Atacarás lo que no te
satisfaga, y así, no te darás cuenta de que fuiste tú mismo quien lo inventó. 2Tu
batalla es siempre con las ilusiones. 3Pues la verdad que yace tras
ellas es tan hermosa y tan serena en su amorosa dulzura, que si fueses
consciente de ella te olvidarías por completo de tus defensas y te apresurarías
a echarte en sus brazos. 4La verdad jamás puede ser atacada. 5Y tú sabías esto cuando
inventaste los ídolos. 6Los concebiste precisamente para olvidarte
de este hecho. 7Lo único que atacas son las ideas falsas, nunca las
verdaderas. 8Los ídolos son todas las ideas que concebiste para
llenar la brecha que tú crees se formó entre lo que es verdad y tú. 9Y
las atacas por lo que crees que ellas representan 10Pero lo que yace
tras ellas no puede ser atacado.
2. Los dioses que inventaste
-opresores e incapaces de satisfacerte- son como juguetes infantiles
descomunales. 2Un niño se asusta cuando una cabeza de madera salta
de una caja de resorte al ésta abrirse repentinamente, o cuando un oso de
felpa, suave y silencioso, emite sonidos al él apretarlo. 3Las
reglas que él había establecido para las cajas de resorte y para los osos de
felpa le han fallado y le han hecho perder el "control" de lo que le
rodea. 4Ahora tiene miedo, pues pensó que las reglas lo protegían. 5Ahora
tiene que aprender que las cajas y los osos no lo engañaron, ni violaron
ninguna regla, y que lo ocurrido no quiere decir que su mundo se haya vuelto
caótico y peligroso. 6Es él quien estaba equivocado. 7No
comprendió bien qué era lo que lo mantenía a salvo y pensó que eso lo había
abandonado.
3. La inexistente brecha se encuentra repleta de
juguetes de innumerables formas. 2Cada uno de ellos parece violar
las reglas que estableciste para él. 3Sin embargo, ninguno de ellos
fue jamás lo que tú pensabas que era. 4Y así, no pueden sino dar la
impresión de que violan las reglas de seguridad que estableciste, toda vez que
éstas son falsas. 5Mas tú no estás en peligro. 6Puedes
reírte de los muñecos que saltan de cajas de resorte y de los juguetes que
emiten sonidos, de la misma manera en que lo hace el niño que ya ha aprendido
que no suponen ningún peligro para él. 7Sin embargo, mientras le
guste jugar con ellos, seguirá percibiéndolos como si respetaran las reglas
que él estableció para su propio deleite. 8Por lo tanto, todavía
habrá reglas que dichos juguetes parecerán violar y como consecuencia de ello
él se asustará. 9Mas ¿está él realmente a merced de sus juguetes? 10¿Y pueden éstos
realmente suponer una amenaza para él?
4. La realidad obedece las leyes de Dios y no las
reglas que tú mismo estableces. 2Son Sus leyes las que garantizan tu
seguridad. 3Las ilusiones que creas con respecto a ti no obedecen
ninguna ley. 4Parecen danzar por un rato, al compás de las leyes que
tú promulgaste para ellas. 5Mas luego se desploman para no levantarse
más. 6No son más que juguetes, hijo mío, de modo que no lamentes su
pérdida. 6Su danza jamás te brindó felicidad alguna, 8pero
tampoco eran cosas que pudiesen asustarte o mantenerte a salvo si respetaban
tus reglas. 9Las ilusiones no deben ni apreciarse ni atacarse, sino
que simplemente se deben considerar como juguetes infantiles, sin ningún
significado intrínseco. 10Ve significado en una sola de ellas, y lo
verás en todas. 11No veas significado en ninguna, y no podrán
afectarte en absoluto.
5. Las apariencias engañan precisamente porque son
apariencias y no la realidad. 2No les prestes atención sea cual sea
la forma que adopten. 3Lo único que hacen es distorsionar la
realidad y producir temor, debido a que ocultan la verdad. 4No
ataques lo que tú mismo hiciste a fin de ser engañado, pues eso demostraría que
has sido engañado. 5El ataque tiene el poder de hacer que las
ilusiones parezcan reales. 6 Mas en realidad no hace nada. 7¿Quién
podría tener miedo de un poder que no tiene efectos reales? 8¿Qué
podría ser dicho poder, sino una ilusión que hace que las cosas parezcan ser
como él mismo? 9Observa calmadamente sus juguetes, y comprende que
no son más que ídolos que no hacen sino danzar al compás de vanos deseos. 10No
los veneres, pues no existen. 11Cuando atacas, no obstante, te
olvidas de esto. 12El Hijo de Dios no necesita defenderse de sus
sueños. 13Sus ídolos no suponen ninguna amenaza para él. 14El
único error que comete es creer que son reales. 15Mas ¿hay algo que
las ilusiones puedan lograr?
6. Lo único que las apariencias pueden hacer es engañar
a la mente que desea ser engañada. 2 Mas tú puedes tomar una decisión
muy simple que te situará por siempre más allá del engaño. 3No te
preocupes por cómo se va a lograr esto, pues eso no es algo que puedas
entender. 4Pero sí verás los grandes cambios que se producirán de
inmediato, una vez que hayas tomado esta simple decisión: que no deseas lo que
crees que un ídolo te puede dar. 5Pues así es como el Hijo de Dios
declara que se ha liberado de todos ellos. 6Y, por lo tanto, es
libre.
7. ¡Qué paradójica es la salvación! 2¿Qué
otra cosa podría ser, sino un sueño feliz? 3 Lo único que te pide es
que perdones todas las cosas que nadie jamás hizo, que pases por alto lo que no
existe y que no veas lo ilusorio como si fuese real. 4Se te pide
únicamente que permitas que se haga tu voluntad y que dejes de buscar las cosas
que ya no deseas. 5Y se te pide
también que permitas que se te libere de los sueños de lo que nunca fuiste y
desistas de tu empeño de querer sustituir la Voluntad de Dios por la
fuerza de los deseos vanos.
8. Llegado este punto, el sueño de separación empieza a
desvanecerse y a desaparecer. 2Pues aquí la brecha inexistente
comienza a percibirse libre de los juguetes de terror que tú inventaste. 3Esto
es lo único que se te pide. 4Alégrate en verdad de que la salvación
no pida mucho, sino de que pida tan poco. 5En realidad no pide nada.
6Y aun en las ilusiones sólo pide que el perdón sea el substituto
del miedo. 7Ésa es la única regla para tener sueños felices. 8La
brecha se vacía de todos los juguetes de temor, poniéndose así de manifiesto su
irrealidad. 9Los sueños no sirven para nada, 10y el Hijo de Dios no tiene
ninguna necesidad de ellos. 11No le ofrecen ni una sola cosa que él
pudiera jamás desear. 12El Hijo de Dios se libera de las ilusiones
por su propia voluntad y simplemente se le restaura a lo que él es. 13¿Qué podría ser el plan de Dios para su
salvación, sino un medio para darse a Sí Mismo Su Hijo?
Video de Mich Gaymard