Lección 222 y Texto UCDM
LECCIÓN 222
Dios está
conmigo. Vivo y me muevo en Él.
1. Dios está
conmigo. 2Él es mi Fuente de vida, la vida interior, el aire que
respiro, el alimento que me sustenta y el agua que me renueva y me purifica. 3Él
es mi hogar, en el que vivo y me muevo; el Espíritu que dirige todos mis actos,
me ofrece Sus Pensamientos y garantiza mi perfecta inmunidad contra todo
dolor. 4Él me prodiga bondad y cuidado, y contempla con amor al Hijo
sobre el que resplandece, el cual a su vez resplandece sobre Él. 5¡Qué
serenidad la de aquel que conoce la verdad de lo que Él dice hoy!
2. Padre, no
tenemos en nuestros labios ni en nuestras mentes otras palabras que Tu Nombre,
cuando acudimos silenciosamente ante Tu Presencia, pidiendo que se nos conceda
poder descansar Contigo por un rato en paz.
Texto
VIII.
El anti-Cristo
1. ¿Qué es un ídolo? 2¿Crees
saberlo? 3Pues los ídolos no se reconocen como tales y nunca se ven
como realmente son. 4Ése es su único poder. 5Su propósito
es turbio, y son a la vez temidos y venerados porque no sabes
para qué son, ni para qué se concibieron. 6Un ídolo es una imagen
de tu hermano a la que atribuyes más valor que a él. 7Sea cual sea
la forma de los ídolos, los inventas para reemplazar a tu hermano. 8Y
esto es lo que nunca se percibe o se reconoce. 9Mas así es, trátese
de un cuerpo o de una cosa; de un lugar o de una situación; de una
circunstancia o de un objeto que se posea o se desee; de un derecho que se
exija o de uno que ya se tenga.
2. No dejes que las formas que
adoptan te engañen, 2pues los ídolos no son sino sustitutos de tu
realidad. 3De alguna manera crees que completan tu pequeño yo,
ofreciéndote así seguridad en un mundo que percibes como peligroso, y en el que
hay fuerzas que se han aglutinado a fin de quebrantar tu confianza y destruir
tu paz. 4Crees que los ídolos tienen el poder de remediar tus
deficiencias y de proporcionarte la valía que no tienes. 5Todo aquel
que cree en ellos se convierte en esclavo de la pequeñez y de la pérdida. 6Y
así, tiene que buscar más allá de su pequeño yo la fuerza necesaria para
levantar la cabeza y emanciparse de todo el sufrimiento que el mundo refleja. 7Ésta
es la sanción que pagas por no buscar en tu interior la certeza y la
tranquilidad que te libera del mundo y que te permite alzarte por encima de él,
en quietud y en paz.
3. Un ídolo es una falsa impresión
o una creencia falsa; alguna forma de anti-Cristo que constituye una brecha
entre el Cristo y lo que tú ves. 2Un ídolo es un deseo hecho
tangible al que se le ha dado forma, que se percibe entonces como real y se ve
como algo externo a la mente. 3No obstante, sigue siendo un
pensamiento y no puede abandonar la mente de la que procede. 4Ni
tampoco su forma es algo separado de la idea que representa. 5Toda
forma de anti-Cristo se opone a Cristo. 6Y pende ante Su faz como un oscuro
velo que parece separarte de Él, dejándote solo y desamparado en las
tinieblas. 7La luz, sin embargo, está ahí. 8Una nube no
puede apagar el sol. 9Ni un velo puede hacer desaparecer aquello que
parece dividir, ni atenuar en lo más mínimo la luz misma.
4. Este mundo de ídolos es un velo
que cubre la faz de Cristo porque su propósito es separarte de tu hermano. 2Es
un propósito tenebroso y temible, y, sin embargo, es un pensamiento que ni
siquiera tiene el poder de cambiar una brizna de hierba de algo vivo a un signo
de muerte. 3Su forma no está en ninguna parte, pues su fuente está
en aquella parte de tu mente de la que Dios está ausente. 4¿Dónde se
encuentra este lugar del que se ha excluido y se ha mantenido aparte lo que
está en todas partes? 5¿Qué mano podría alzarse y obstruir los
designios de Dios? 6¿De quién es la voz que podría exigir que Él no
entrase? 7Lo que se cree "más-que-todo" no es algo que
deba hacerte temblar o que deba acobardarte. 8El enemigo de Cristo
no está en ninguna parte. 9No puede adoptar ninguna forma en la que
jamás pueda ser real.
5. ¿Qué es un ídolo? 2¡Un
ídolo no es nada! 3Se necesita creer en él para que parezca cobrar
vida, y se le tiene que dotar de poder para que pueda ser temido. 4Su
vida y su poder son el regalo que le da el que cree en él, y esto es lo que el
milagro restituye a lo que sí tiene vida y poder dignos del don del Cielo y de
la paz eterna. 5El milagro no restaura la verdad, que es la luz que
el velo no pudo apagar. 6Simplemente descorre el velo, y deja que la
verdad brille libremente, al ser lo que es. 7La verdad no necesita
que se crea en ella para ser lo que es, pues ha sido creada, y, por lo tanto, es.
6. Un ídolo se establece creyendo
en él, y cuando la creencia se abandona, el ídolo "muere". 2Esto es lo
que es el anti-Cristo: la extraña idea de que hay un poder más allá de la
omnipotencia, un lugar más allá del infinito y un tiempo que transciende lo
eterno. 3Ahí el mundo de los ídolos ha sido establecido por la idea
de que ese poder, lugar y tiempo tienen forma, y de que configuran el mundo en
el que lo imposible ha ocurrido. 4Ahí lo inmortal viene a morir, lo
que todo lo abarca a sufrir pérdidas y lo eterno a convertirse en esclavo del
tiempo. 5Ahí lo inmutable cambia, y la paz de Dios, que Él otorgó
para siempre a toda cosa viviente, da paso al caos. 6Y el Hijo de
Dios, tan perfecto, impecable* y
amoroso como su Padre, viene a odiar por un tiempo, a padecer y finalmente a
morir.
7. ¿Dónde están los ídolos? 2¡En
ninguna parte! 3¿ Podría haber brechas en lo que es infinito? a¿Podría
haber un lugar en el que el tiempo pudiese interrumpir la eternidad? 4Un
paraje de oscuridad allí donde todo es luz o un sombrío nicho dentro de lo que
es infinito no tiene un lugar donde poder existir. 5Los ídolos
están más allá de donde Dios ha establecido todas las cosas para siempre, y
donde no dejó cabida para nada, excepto Su Voluntad. 6Un ídolo no es
nada, ni se encuentra en ninguna parte, mientras que Dios lo es todo y se
encuentra en todas partes.
8. ¿Cuál es, entonces, el
propósito de los ídolos? 2¿Cuál es su finalidad? 3Ésta
es la única pregunta para la que hay muchas respuestas, dependiendo de a quién
se le haya preguntado. 4El mundo cree en ídolos. 5Nadie
viene a él a menos que los haya venerado y trate todavía de buscar uno que aún
le pueda ofrecer un regalo que la realidad no posee. 6Todo idólatra
abriga la esperanza de que sus deidades especiales le han de dar más de lo que
otras personas poseen. 7Tiene que ser más. 8No importa
realmente de qué se trate: más belleza, más inteligencia, más riqueza o incluso
más aflicción o dolor. 9Pero para eso es un ídolo, para darte más de
algo. 10Y cuando uno falla otro viene a ocupar su lugar, y tú
esperas que te pueda conseguir más de otra cosa. 11No te dejes
engañar por las formas en que esa "otra cosa" se manifiesta. 12Un
ídolo es un medio para obtener más de algo. 13Y eso es lo
que va en contra de la
Voluntad de Dios.
9. Dios no tiene muchos hijos, sino uno sólo. 2¿A
cuál de ellos se le puede dar más y a cuál menos? 3En el Cielo el
Hijo de Dios no podría por menos que reírse de la idea de que un ídolo pudiese
interrumpir su paz. 4El Espíritu Santo habla en nombre de ese Hijo,
y te dice que los ídolos no tienen ningún propósito aquí. 5Pues más
que el Cielo jamás podrás tener. 6Y si el Cielo se encuentra en ti, ¿por qué ir en pos de ídolos que lo
menoscabarían, creyendo que te van a dar más de lo que Dios os otorgó a tu
hermano y a ti, en cuanto que uno con Él? 7Dios te dio todo lo que
existe. 8Y para asegurarse de que no lo pudieses perder, se lo dio
también a toda cosa viviente. 9Y así, toda cosa viviente es parte de
ti, así como de Él. 10Ningún ídolo puede hacer que seas más que
Dios. 11Mas nunca estarás satisfecho siendo menos.