Lección 232 y Texto UCDM
LECCIÓN 232
Permanece en
mi mente todo el día, Padre mío.
1. Padre mío, permanece en mi mente
desde el momento en que me despierte, y derrama Tu luz sobre mí todo el día. 2Que cada
minuto sea una oportunidad más de estar Contigo. 3Y que no me
olvide de darte las gracias cada hora por haber estado conmigo y porque siempre
estás ahí presto a escucharme y a contestarme cuando te llamo. 4Y al llegar la
noche, que todos mis pensamientos sigan siendo acerca de Ti y de Tu Amor. 5Y que duerma en la confianza de que
estoy a salvo, seguro de Tu cuidado y felizmente consciente de que soy
Tu Hijo.
2. Así es como debería ser cada
día. 2Practica hoy el final del miedo. 3Ten fe en Aquel
que es tu Padre. 4Deja todo en Sus Manos. 5Deja que Él te
revele todo y no te desanimes, pues eres Su Hijo.
Texto
Capítulo
31
LA VISIÓN FINAL
I. La simplicidad de la salvación
1.¡Qué
simple es la salvación! 2Tan sólo afirma que lo que nunca fue verdad
no es verdad ahora ni lo será nunca. 3Lo imposible no ha ocurrido,
ni puede tener efectos. 4Eso es todo. 5¿Podría ser esto
difícil de aprender para aquel que quiere que sea verdad? 6Lo único
que puede hacer que una lección tan fácil resulte difícil es no estar dispuesto
a aprenderla. 7¿Cuán difícil puede ser reconocer que lo falso no
puede ser verdad, y que lo que es verdad no puede ser falso? 8Ya no
puedes decir que no percibes ninguna diferencia entre lo falso y lo verdadero. 9Se
te ha dicho exactamente cómo distinguir lo uno de lo otro, y lo que tienes que
hacer si te confundes. 10¿Por qué, entonces, te empeñas en no
aprender cosas tan sencillas como éstas?
2. Hay una razón. 2Pero no creas que es
porque las cosas simples que la salvación te pide que aprendas sean difíciles, 3pues
la salvación sólo enseña lo que es extremadamente obvio. 4La
salvación simplemente procede de una aparente lección a la siguiente, mediante
pasos muy sencillos que te llevan dulcemente de una a otra, sin ningún
esfuerzo. 5Esto no puede crear confusión, y, sin embargo, estás
confundido. 6Pues de alguna manera crees que es más fácil aprender y
entender lo que es totalmente confuso. 7Lo que te has enseñado a ti
mismo constituye una hazaña de aprendizaje tan gigantesca que es ciertamente
increíble. 8Pero lo lograste porque ése era tu deseo, y no te
detuviste a considerar si iba a ser difícil de aprender o tan complejo que no
se pudiese entender.
3. Nadie que entienda lo que tú has aprendido, con
cuánto esmero lo aprendiste, y los sacrificios que llevaste a cabo para
practicar y repetir las lecciones una y otra vez, en toda forma concebible,
podría jamás dudar del poder de tu capacidad para aprender. 2No hay
un poder más grande en todo el mundo. 3El mundo se construyó mediante él, y aún ahora no depende de nada más. 4Las
lecciones que te enseñaste a ti mismo las aprendiste con tanto esmero y se
encuentran tan arraigadas en ti que se alzan como pesadas cortinas para nublar
lo simple y lo obvio. 5No digas que no puedes aprender. 6Pues
tu capacidad para aprender es tan grande que te ha enseñado cosas tan difíciles como que
tu voluntad no es tu voluntad, que tus pensamientos no te pertenecen, e
incluso, que no eres quien eres.
4. ¿Quién podría afirmar que lecciones como éstas son
fáciles de aprender? 2Sin embargo, tú has aprendido eso y más. 3Por
muy difícil que haya sido, has seguido dando cada paso sin quejarte, hasta
construir un mundo de tu agrado. 4Y cada una de las lecciones que
configuran al mundo procede del primer logro de tu aprendizaje, el cual fue de
tal enormidad que, ante su magnitud, la
Voz del Espíritu Santo parece débil e inaudible. 5El
mundo comenzó con una extraña lección, lo suficientemente poderosa como para
dejar a Dios relegado al olvido y a Su Hijo convertido en un extraño ante sus
propios ojos, exiliado del hogar donde Dios Mismo lo había ubicado. 6Tú
que te has enseñado a ti mismo que el Hijo de Dios es culpable, no digas que no puedes aprender las
sencillas lecciones que la salvación te enseña.
5. Aprender es una capacidad que tú inventaste y te
otorgaste a ti mismo. 2No fue concebida para hacer la Voluntad de Dios, sino
para apoyar el deseo de que fuese posible oponerse a ella y para que una
voluntad ajena fuese incluso más real. 3Y esto es lo que este
aprendizaje ha intentado demostrar, y tú has aprendido lo que fue su propósito
enseñar. 4Ahora tu viejo y remachado aprendizaje se alza implacable
ante la Voz de la
verdad y te enseña que Sus lecciones no son verdad, que son demasiado difíciles
de aprender y de entender, y que son diametralmente opuestas a lo que realmente
es verdad. 5No obstante, las aprenderás, pues ése es el único
propósito de tu capacidad para aprender que el Espíritu Santo ve en todo el
mundo. 6Sus sencillas lecciones de perdón son mucho más poderosas
que las tuyas, pues te llaman desde Dios y desde tu Ser.
6. ¿Es acaso ésta Vocecilla tan débil y queda que no
puede alzarse por encima del insensato ruido de sonidos que no tienen sentido? 2La Voluntad de Dios no fue
que Su Hijo se olvidara de Él, 3y el poder de Su Voluntad reside en la Voz que habla por Él. 4¿Qué
lección vas a aprender? 5¿Qué desenlace es inevitable, es tan seguro
como Dios y está más allá de cualquier duda e incertidumbre? 6¿Cómo
iba a poder oponerse tu mísero aprendizaje, que tan difícil fue de aprender y cuyas
consecuencias son tan extrañas, a las sencillas lecciones que, desde los
orígenes del tiempo y desde que la capacidad de aprender fue concebida, se te
enseñan en cada momento del día?
7. Solamente se pueden aprender dos lecciones. 2Cada
una de ellas da lugar a un mundo diferente. 3Y cada uno de esos mundos se deriva irremediablemente de su fuente. 4El mundo que ves es el resultado inevitable de la lección que enseña que
el Hijo de Dios es culpable. 5Es un mundo de terror y desesperación.
6En él no hay la más mínima esperanza de hallar felicidad. 7Ningún plan que
puedas idear para tu seguridad tendrá jamás éxito. 8No puedes buscar
dicha en él y esperar encontrarla. 9Mas éste no es el único
resultado que se puede derivar de lo que has aprendido. 10Por mucho
que te hayas esforzado por aprender la tarea que elegiste, la lección que
refleja el Amor de Dios es todavía más fuerte. 11Y aprenderás que el
Hijo de Dios es inocente, y verás otro mundo.
8. En el mundo que resulta de la
lección que afirma que el Hijo de Dios es inocente no hay miedo, la esperanza
lo ilumina todo y una gran afabilidad refulge por todas partes. 2No
hay nada en él que no te invite amorosamente a ser su amigo y a que le permitas
unirse a ti. 3Ni una sola llamada deja jamás de oírse, se interpreta
erróneamente o se queda sin contestar en el mismo lenguaje en que se hizo. 4Y
entenderás que ésta es la llamada que todos los seres y todas las cosas en el
mundo siempre habían hecho, pero que tú no habías percibido como tal. 5Y ahora te das cuenta de que estabas equivocado. 6Te habías
dejado engañar por las formas que ocultaban la llamada. 7Por lo
tanto, no la podías oír, y así, perdiste un amigo que siempre quiso ser parte
de ti. 8La eterna y queda llamada de cada aspecto de la creación de
Dios a la totalidad se oye por todo el mundo a la que esta otra lección da
lugar.
9. No hay ninguna cosa viviente que no comparta la Voluntad universal de que
goce de plenitud y de que tú no seas sordo a su llamada. 2Sin tu
respuesta esta llamada se deja morir, de la misma manera en que se la salva de
la muerte cuando tú oyes en ella la llamada ancestral a la vida y comprendes
que es tu propia llamada. 3El Cristo en
ti recuerda a Dios con la misma certeza con la que Él conoce Su Amor. 4Pero
Dios sólo puede ser Amor si Su Hijo es inocente. 5Pues ciertamente
sería miedo, si aquel a quien Él creó inocente pudiera ser esclavo de la
culpabilidad. 6El Hijo perfecto de Dios recuerda su creación. 7Pero
en su culpabilidad se ha olvidado de lo que realmente es.
10. El temor a Dios es el resultado ineludible de la
lección que afirma que Su Hijo es culpable, de la misma manera en que el Amor
de Dios no puede sino recordarse cuando el Hijo reconoce su inocencia. 2Pues
el odio no puede sino engendrar temor y considerar a su padre igual que a sí
mismo. 3¡Cuán equivocado estás tú que no oyes la llamada cuyo eco
resuena más allá de cada aparente invocación a la muerte, la llamada cuyo canto
se oye tras cada ataque asesino, suplicando que el amor restaure el mundo
moribundo! 4No comprendes Quién es el que te llama tras cada
manifestación de odio, tras cada incitación a la pugna. 5Pero lo
reconocerás cuando le contestes en el mismo lenguaje en que Él te llama. 6Él aparecerá cuando le hayas
contestado, y por Él sabrás que Dios es Amor.
11.¿Qué es la
tentación, sino el deseo de tomar una decisión errónea con respecto a lo que
quieres aprender, y obtener un resultado que no deseas? 2El
reconocimiento de que ése es un estado mental indeseable se convierte en el
medio por el que se vuelve a examinar la elección, viéndose entonces que hay
otro resultado más deseable. 3Te engañas a ti mismo si crees que lo
que quieres son desastres, desunión y dolor. 4No prestes oídos a esa
llamada. 5Escucha más bien la llamada subyacente, que te exhorta a
que seas feliz y a que estés en paz. 6Y el mundo entero te brindará
paz y felicidad. 7Pues a lo que oigas es a lo que responderás! 8Y
¡oh, maravilla! 9Tu respuesta será la prueba de lo que has
aprendido, 10y su resultado, el mundo que contemplarás.
12. Permanezcamos
muy quedos por un instante y olvidémonos de todas las cosas que jamás hayamos
aprendido, de todos los pensamientos que hayamos abrigado y de todas las ideas
preconcebidas que tengamos acerca de lo que las cosas significan y de cuál es
su propósito. 2Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del
propósito del mundo, 3pues no lo sabemos. 4Dejemos que
toda imagen que tengamos acerca de cualquier persona se desprenda de nuestras
mentes y desaparezca.
13. No abrigues ningún juicio, ni
seas consciente de ningún pensamiento, bueno o malo, que jamás haya cruzado tu
mente con respecto a nadie. 2Ahora no lo conoces. 3Pero
eres libre de conocerlo, y de conocerlo bajo una nueva luz. 4Ahora
él renace para ti, y tú para él, sin el pasado que lo condenó a morir, y a ti
junto con él. 5Ahora él es tan libre para vivir como lo eres tú
porque una vieja lección que se había aprendido ha desaparecido, dejando un
sitio donde la verdad puede renacer.
Video de Mich Gaymard