Lección 257 y Manual del Maestro UCDM
LECCIÓN 257
Que no me olvide de mi propósito.
1. Si me olvido de mi objetivo no podré sino estar
confundido e inseguro acerca de quién soy, y así, mis acciones no podrán sino
ser conflictivas. 2Nadie puede estar al servicio de objetivos contradictorios,
y servirlo bien. 3Tampoco puede desenvolverse sin que se abata sobre
él una profunda angustia y depresión. 4Resolvamos hoy, por lo
tanto, recordar lo que queremos realmente, para así unificar nuestros
pensamientos y acciones de manera que tengan sentido y para llevar a cabo
únicamente lo que Dios quiere que hagamos este día.
2. Padre, el perdón es el medio que Tú has elegido para
nuestra salvación. 2No permitas que nos olvidemos hoy de que no
tenemos otra voluntad que la Tuya. 3Y así,
nuestro propósito tiene asimismo que ser el Tuyo si queremos alcanzar la paz
que Tú has dispuesto para nosotros.
Manual del Maestro
27. ¿QUÉ ES LA MUERTE?
1.
La muerte es el sueño central de donde emanan
todas las ilusiones. 2¿No es acaso una locura pensar que la vida no
es otra cosa que nacer, envejecer, perder vitalidad y finalmente morir? 3Ya
hemos planteado esta pregunta anteriormente, pero ahora debemos examinarla con
mayor detenimiento. 4La creencia fija e inalterable del mundo es que
todas las cosas nacen para morir. 5Se considera que así es como
"opera la naturaleza”, y ello no se debe poner en tela de juicio, sino que
debe aceptarse como la ley "natural" de la vida. 6Lo
cíclico, lo cambiante y lo incierto; lo inestable y lo inconstante; lo que de
alguna manera crece y mengua siguiendo una trayectoria determinada, es lo que
se considera la Voluntad de Dios. 7Y nadie se pregunta si un
Creador benigno hubiese podido disponer algo así.
2.
Si el universo que percibimos fuese tal como
Dios lo creó, sería imposible pensar que Dios es amoroso. 2Pues
aquel que ha decretado que todas las cosas mueran y acaben en polvo,
desilusión y desesperanza, no puede sino inspirar temor. 3Tu
insignificante vida está en sus manos, suspendida de un hilo que él está listo
para cortar sin ningún remordimiento y sin que le importe, tal vez hoy mismo. 4Y
aun si esperase, el final es seguro de todas formas. 5El que ama a
un dios así no conoce el amor, ya que ha negado que la vida sea real. 6La
muerte se ha convertido en el símbolo de la vida. 7Su mundo es ahora
un campo de batalla, en donde reina la contradicción y los opuestos luchan en
una guerra interminable. 8Allí donde hay muerte es imposible la paz.
3.
La muerte es el símbolo del temor a Dios. 2La
idea de la muerte oculta Su Amor y lo mantiene al margen de la conciencia cual
un escudo puesto en alto para bloquear el sol. 3Lo siniestro de este
símbolo basta para demostrar que la muerte no puede coexistir con Dios. 4La
muerte presenta una imagen del Hijo de Dios en la que éste acaba
"descansando en paz" en los brazos de la devastación, donde los
gusanos lo esperan para darle la bienvenida y así prolongar un poco más su
propia existencia gracias a su muerte. 5Mas los gusanos están
igualmente condenados a morir. 6Y de esta forma, todas las cosas
viven gracias a la muerte. 7En la naturaleza, el devorarse unos a
otros es la "ley de la vida". 8Dios está loco y sólo el
miedo es real.
4.
La extraña creencia de que una parte de las
cosas que mueren puede seguir existiendo separada de lo que muere, tampoco proclama
a un Dios amoroso ni vuelve a sentar las bases para que se tenga confianza. 2Si
la muerte es real para una sola cosa, la vida no existe. 3 La muerte
niega la vida. 4 Pero si la vida es real, lo que se niega es la muerte. 5En esto no
puede haber transigencia alguna. 6O bien existe un dios de miedo o
bien Uno de Amor. 7El mundo intenta hacer miles de transigencias al
respecto, y tratará de hacer mil más. 8Ni una sola puede ser
aceptable para los maestros de Dios, ya que ninguna de ellas sería aceptable
para Dios. 9Él no creó la muerte, puesto que no creó el miedo. 10Para
Él ambas cosas están igualmente desprovistas de sentido.
5. La "realidad" de la muerte está
firmemente arraigada en la creencia de que el Hijo de Dios es un cuerpo. 2Y
si Dios hubiese creado cuerpos, la muerte
sería ciertamente real. 3Pero en ese caso Dios no sería amoroso. 4Ningún
otro punto ilustra en forma tan clara el contraste que existe entre la
percepción del mundo real y la del mundo de las ilusiones. 5Si Dios
es Amor, la muerte es, de hecho, la muerte de Dios. 6Y por lo tanto, Su Propia creación no puede sino
temerle. 7Dios no es su Padre, sino su destructor; 8su
vengador, no su Creador. 9Sus Pensamientos son aterradores y Su
imagen temible. 10Contemplar Sus creaciones es morir.
6. "El último enemigo destruido será la
muerte." 2 ¡Por supuesto que sí! 3Sin la idea de la
muerte no habría mundo. 4Todos los sueños acabarán con éste. 5Ésta
es la meta final de la salvación, el fin de todas las ilusiones. 6Y
todas las ilusiones nacen de la muerte. 7¿Qué
puede nacer de la muerte y tener vida? 8Por otra parte, ¿qué puede
originarse en Dios y morir? 9Las inconsistencias, las transigencias
y los ritos que el mundo fomenta en sus vanos intentos de aferrarse a la muerte
y al mismo tiempo pensar que el amor es real, no son más que necios trucos
mágicos que no tienen sentido ni eficacia. 10Dios es eterno, al
igual que todas las cosas creadas en Él. 11¿No ves que de no ser
así, Él tendría un opuesto y el miedo sería tan real como el amor?
7. Maestro de Dios, tu única tarea puede definirse de
la siguiente manera: no hagas ningún trato en el que la muerte sea parte integrante
de él. 2No creas en la crueldad, ni permitas que el ataque oculte la
verdad de ti. 3Lo que parece morir, tan sólo se ha percibido
incorrectamente y se ha llevado al campo de las ilusiones. 4De ahí
que tu tarea sea ahora permitir que las ilusiones sean llevadas ante la verdad.
5Mantente firme sólo en esto: no te dejes engañar por la
"realidad" de ninguna forma cambiante. 6La verdad no
cambia ni fluctúa, ni sucumbe ante la muerte o ante la destrucción. 7¿Y
cuál es el final de la muerte? 8Nada más que esto: el reconocimiento
de que el Hijo de Dios es inocente ahora y siempre. 9Nada más que
eso. 10Pero no olvides que tampoco es menos.
Video de Mich Gaymard