Lección 147 y Texto UCDM
LECCIÓN 147
Mi mente
alberga sólo lo que pienso con Dios.
(133) No le daré ningún valor a lo
que no lo tiene.
(134) Permítaseme poder percibir el
perdón tal como es.
Texto
I. La atracción de la culpabilidad
10. La atracción de la culpabilidad hace que se le tenga miedo al amor,
pues el amor nunca se fijaría en la culpabilidad en absoluto. 2La
naturaleza del amor es contemplar solamente la verdad -donde se ve a sí mismo-
y fundirse con ella en santa unión y en compleción. 3De la misma
forma en que el amor no puede sino mirar más allá del miedo, así el miedo no
puede ver el amor. 4Pues en el amor reside el fin de la culpabilidad
tan inequívocamente como que el miedo depende de ella. 5El amor sólo
se siente atraído por el amor. 6Al pasar por alto completamente a
la culpabilidad, el amor no ve el miedo. 7Al estar totalmente
desprovisto de ataque es imposible que pueda temer. 8El miedo se
siente atraído por lo que el amor no ve, y ambos creen que lo que el otro ve,
no existe. 9El miedo contempla la culpabilidad con la misma devoción
con la que el amor se contempla a sí mismo. 10Y cada uno de ellos
envía sus mensajeros, que retornan con mensajes escritos en el mismo lenguaje
que se utilizó al enviarlos.
11. El amor
envía a sus mensajeros tiernamente, y éstos retornan con mensajes de amor y de
ternura. 2A los mensajeros del miedo se les ordena con aspereza
que vayan en busca de culpabilidad, que hagan acopio de cualquier retazo de
maldad y de pecado que puedan encontrar sin que se les escape ninguno so pena
de muerte, y que los depositen ante su señor y amo respetuosamente. 3La
percepción no puede obedecer a dos amos que piden distintos mensajes en
lenguajes diferentes. 4El amor pasa por alto aquello en lo que el
miedo se cebaría. 5Lo que el miedo exige, el amor ni siquiera lo
puede ver. 6La intensa atracción que la culpabilidad siente por el
miedo está completamente ausente de la tierna percepción del amor. 7Lo
que el amor contempla no significa nada para el miedo y es completamente
invisible.
12. Las relaciones que se entablan en este mundo son el resultado de cómo
se ve el mundo. 2Y esto depende de la emoción a la que se pidió que
enviara sus mensajeros para que lo contemplasen y regresasen trayendo noticias
de lo que vieron. 3A los mensajeros del miedo se les adiestra
mediante el terror, y tiemblan cuando su amo los llama para que le sirvan. 4Pues
el miedo no tiene compasión ni siquiera con sus amigos. 5Sus mensajeros saquean culpablemente
todo cuanto pueden en su desesperada búsqueda de culpabilidad, pues su amo los
deja hambrientos y a la intemperie, instigando en ellos la crueldad y
permitiéndoles que se sacien únicamente de lo que le llevan. 6Ni el
más leve atisbo de culpabilidad se escapa de sus ojos hambrientos. 7Y
en su despiadada búsqueda de pecados se abalanzan sobre cualquier cosa viviente
que vean, y dando chillidos se la llevan a su amo para que él la devore.
13. No envíes al mundo a esos
crueles mensajeros para que lo devoren y se ceben en la realidad. 2Pues
te traerán noticia de carne, pellejo y huesos. 3Se les ha enseñado a
buscar lo corruptible, y a retornar con los buches repletos de cosas podridas
y descompuestas. 4Para ellos tales cosas son bellas, ya que parecen
mitigar las crueles punzadas del hambre. 5Pues el dolor del miedo
los pone frenéticos, y para evitar el castigo de aquel que los envía, le ofrecen
lo que tienen en gran estima.
14. El Espíritu
Santo te ha dado los mensajeros del amor para que los envíes en lugar de
aquellos que adiestraste mediante el terror. 2Están tan ansiosos de
devolverte lo que tienen en gran estima como los otros. 3Si los envías,
sólo verán lo bello y lo puro, lo tierno y lo bondadoso. 4Tendrán el
mismo cuidado de que no se les escape ningún acto de caridad, ninguna ínfima
expresión de perdón ni ningún hálito de amor. 5Y retornarán con todas las cosas bellas que encuentren para compartirlas
amorosamente contigo. 6No tengas miedo de ellos. 7Te
ofrecen la salvación. 8Sus mensajes son mensajes de seguridad, pues
ven el mundo como un lugar bondadoso.
15. Si envías únicamente los mensajeros que el Espíritu
Santo te da, sin desear otros mensajes que los suyos, nunca más verás el miedo.
2El mundo quedará transformado ante tu vista, limpio de
toda culpabilidad y teñido de una suave pincelada de belleza. 3No
hay miedo en el mundo que tú mismo no hayas sembrado en él. 4Ni
ninguno que puedas seguir viendo después de pedirles a los mensajeros del amor
que lo desvanezcan. 5El Espíritu Santo te ha dado Sus mensajeros
para que se los envíes a tu hermano y para que retornen a ti con lo que el amor
ve. 6Se te han dado para reemplazar a los hambrientos perros del
miedo que enviabas en su lugar. 7Y marchan adelante para dar a
conocer que el fin del miedo ha llegado.
16. El amor
también quiere desplegar ante ti un festín sobre una mesa cubierta con un
mantel inmaculado, en un plácido jardín donde sólo se oye un cántico angelical
y un suave y feliz murmullo. 2Es éste un banquete en honor de tu
relación santa, en el que todo el mundo es un invitado de honor. 3Y
en un instante santo todos bendecís la mesa de comunión juntos, al uniros
fraternalmente ante ésta. 4Yo me uniré a vosotros ahí, tal como lo
prometí hace mucho tiempo y como todavía lo sigo prometiendo. 5Pues
en vuestra nueva relación se me da la bienvenida. 6Y donde se me da
la bienvenida allí estoy.
17. Se me da la
bienvenida en un estado de gracia, lo cual quiere decir que finalmente me has
perdonado. 2Pues me convertí en el símbolo de tu pecado, y por esa
razón tuve que morir en tu lugar. 3Para el ego el pecado significa
muerte, y así la expiación se alcanza mediante el asesinato. 4Se
considera que la salvación es un medio a través del cual el Hijo de Dios fue
asesinado en tu lugar. 5Mas ¿iba acaso a ofrecerte a ti,
a quien quiero, mi cuerpo, sabiendo lo
insignificante que es? 6¿O, por el contrario, te enseñaría
que los cuerpos no nos pueden separar? 7Mi cuerpo no fue más valioso
que el tuyo; ni fue tampoco un mejor instrumento para comunicar lo que es la
salvación, si bien no Su fuente. 8Nadie puede morir por otro, y la
muerte no expía los pecados. 9Pero puedes vivir para mostrar que la
muerte no es real. 10El cuerpo ciertamente parecerá ser el símbolo
del pecado mientras creas que puede proporcionarte lo que deseas. 11Y
mientras creas que puede darte placer, creerás también que puede causarte
dolor. 12Pensar que podrías estar contento y satisfecho con tan poco
es herirte a ti mismo; y limitar la felicidad de la que podrías gozar es
recurrir al dolor para que llene tus escasas reservas y haga tu vida más plena.
13Esto es compleción tal como el ego lo entiende. 14Pues
la culpabilidad se infiltra subrepticiamente allí donde se ha desplazado a la
felicidad, y la substituye. 15La comunión es otra forma de
compleción, que se extiende más allá de la culpabilidad porque se extiende más
allá del cuerpo.
Video de Mich Gaymard