Lección 141 y Texto UCDM
CUARTO REPASO
Introducción
1. Damos comienzo ahora a un nuevo
repaso, conscientes esta vez de que nos estamos preparando para la segunda
parte del aprendizaje en la que se nos enseña cómo aplicar la verdad. 2Hoy
empezaremos a prepararnos para lo que sigue más adelante. 3Tal es
nuestro propósito para este repaso y para las lecciones que siguen. 4Así
pues, repasaremos las lecciones más recientes y sus pensamientos centrales de
forma que faciliten el estado de preparación que ahora queremos alcanzar.
2. Hay un tema central que unifica
cada paso del repaso que ahora emprendemos, el cual puede enunciarse de manera muy simple con estas palabras:
2Mi mente
alberga sólo lo que pienso con Dios.
3Esto es un hecho, y representa
la verdad de lo que eres y de lo que tu Padre es. 4Éste fue el
pensamiento mediante el cual el Padre creó a Su Hijo, estableciéndolo así como
co-creador con Él. 5Éste es el pensamiento que garantiza plenamente
la salvación del Hijo. 6Pues en su mente no puede haber otros
pensamientos, salvo los que su Padre comparte con él. 7La falta de
perdón es lo que impide que este pensamiento llegue a su conciencia.
8No obstante, es verdad eternamente.
3. Comencemos nuestra preparación
tratando de entender las múltiples formas tras las que se puede ocultar muy
cuidadosamente la falta de verdadero perdón. 2Puesto que son
ilusiones, no se perciben simplemente como lo que son: defensas que te impiden
ver y reconocer tus pensamientos rencorosos. 3Su propósito es mostrarte
otra cosa y demorar la corrección mediante autoengaños diseñados para que
ocupen su lugar.
4. Tu mente, sin embargo, alberga
sólo lo que piensas con Dios. 2Tus auto-engaños no pueden ocupar el
lugar de la verdad, 3de la misma manera en que un niño que arroja un
palo al mar no puede cambiar el ir y venir de las olas, evitar que el sol
caliente las aguas o impedir que el plateado reflejo de luna se vea por la
noche en ellas. 4Así es como daremos comienzo a cada período de
práctica de este repaso, preparando nuestras mentes para que comprendan las
lecciones que nos corresponde leer y comprendan el significado que tienen para
nosotros.
5. Comienza cada
día dedicando cierto tiempo a preparar tu mente para que aprenda la libertad y
la paz que cada idea que repases ese día puede ofrecerte. 2Haz que
tu mente tenga una actitud receptiva, despéjala de todo pensamiento engañoso y
deja que sólo éste la ocupe completamente y elimine los demás:
3Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
4Cinco minutos que le dediques a
este pensamiento serán suficiente para encauzar el día según las pautas que
Dios ha fijado y para poner Su Mente a cargo de todos los pensamientos que has
de recibir ese día.
6. Éstos no
procederán únicamente de ti, pues los compartirás con Él. 2Y así, cada uno de ellos te traerá mensajes de Su
Amor, devolviéndole a Él mensajes del tuyo. 3De esta forma es como
estarás en comunión con el Señor de las Multitudes, tal como Él Mismo lo ha
dispuesto. 4Y así como Su compleción se une a Él, del mismo modo Él
se unirá a ti que te completas al unirte a Él y al Él unirse a ti.
7. Después de
haberte preparado, lee simplemente cada una las dos ideas que se han asignado
para el repaso de ese día. 2Luego cierra los ojos y repítelas
lentamente para tus adentros. 3No hay prisa ahora, pues estás
utilizando el tiempo para el propósito que se le dio. 4Deja que cada
palabra refulja con el significado que Dios le ha dado, tal como se te ha dado
a ti a través de Su Voz. 5Deja que cada idea que repases ese día te
conceda el regalo que Él ha depositado en ella para que tú lo recibas de parte
de Él. 6Y no utilizaremos
en nuestra práctica otro formato que éste.
8. Cada vez que el
reloj marque la hora, trae a la mente el pensamiento con el que comenzó el día
y pasa un momento de recogimiento con él. 2Luego repite las dos
ideas correspondientes a ese día sin ninguna sensación de premura, con tiempo
suficiente para que puedas ver los regalos que encierran para ti, y deja que se
reciban allí donde se dispuso que fuesen recibidos.
9. No vamos a
añadir otros pensamientos, sino que dejamos que estos mensajes sean lo que
realmente son. 2No necesitamos otra cosa que esto para que se nos dé
felicidad y descanso, eterna quietud, perfecta certeza y todo lo que nuestro
Padre dispone que recibamos como nuestra herencia de parte de Él. 3Y
concluiremos cada día de práctica a lo largo
de este repaso tal como lo comenzamos, repitiendo en primer lugar el
pensamiento que hizo de ese día una ocasión especial de bendición y felicidad
para nosotros, y que, mediante nuestra fe, sustituyó en el mundo la luz por la oscuridad, el gozo por los
pesares, la paz por el sufrimiento y la santidad por el pecado.
10. Dios te da las
gracias a ti que practicas de esta manera el cumplimiento de Su Palabra. 2Y
cuando expongas tu mente de nuevo a las ideas
del día antes de irte a dormir, Su gratitud te envolverá en la paz en la que Su
Voluntad dispone que estés para siempre, y que ahora estás aprendiendo a
reivindicar como tu herencia.
LECCIÓN 141
Mi mente
alberga sólo lo que pienso con Dios.
(121) El perdón es la llave de la
felicidad.
(122) El perdón me ofrece todo lo que
deseo.
Texto
IX.
Los dos mundos
1. Se te ha dicho que lleves la
oscuridad a la luz, y la culpabilidad a la santidad. 2Se te ha
dicho también que el error tiene que ser corregido allí donde se originó. 3Lo
que el Espíritu Santo necesita, por lo tanto, es esa diminuta parte de ti, el
insignificante pensamiento que parece estar separado y desconectado. 4El
resto está completamente al cuidado de Dios y no necesita guía. 5Pero
ese pensamiento descabellado e ilusorio necesita ayuda porque, en su demencia,
cree que él es el Hijo de Dios, completo en sí mismo y omnipotente, único
gobernante del reino que estableció aparte para forzarlo, mediante la locura, a
la obediencia y a la esclavitud. 6Ésa es la pequeña parte que crees
haberle robado al Cielo. 7¡Devuélvesela! 8El Cielo no la ha perdido,
pero tú has perdido de vista al Cielo. 9Deja que el Espíritu Santo
la saque del desolado reino donde tú la confinaste, rodeada de tinieblas, protegida
por el ataque y reforzada por el odio. 10Dentro de sus barricadas
todavía se encuentra un diminuto segmento del Hijo de Dios, completo y santo,
sereno y ajeno a lo que tú crees que le rodea.
2. No te
mantengas separado, pues Aquel que sí lo rodea te ha brindado la unión, y ha
llevado tu minúscula ofrenda de oscuridad a la luz eterna. 2¿Cómo
se logra eso? 3Muy fácilmente, pues está basado en lo que ese mísero
reino realmente es. 4El árido desierto, las tinieblas y la falta de vida,
sólo se ven a través de los ojos del cuerpo. 5La desolada visión que
éstos te ofrecen está distorsionada, y los mensajes que te transmiten a ti que
la inventaste para poner límites a tu conciencia son insignificantes y
limitados, y están tan fragmentados que no tienen sentido.
3. Parece como
si desde el mundo de los cuerpos, al que la demencia dio lugar, se le
devolvieran a la mente que lo concibió mensajes descabellados. 2Y
esos
mensajes dan testimonio de dicho mundo, y lo proclaman real. 3Pues
tú enviaste a esos mensajeros para que te trajesen esos mensajes. 4De
lo único que dichos mensajes te hablan es de cosas externas. 5No hay mensaje
que hable de lo que está subyacente, pues el cuerpo no podría hablar de ello. 6Sus
ojos no lo pueden percibir; sus sentidos siguen siendo completamente
inconscientes de ello y su lengua no puede transmitir sus mensajes. 7Pero
Dios puede llevarte hasta allí, si estás dispuesto a seguir al Espíritu Santo a
través del aparente terror, confiando en que Él no te abandonará ni te dejará
allí. 8Pues Su propósito no es atemorizarte, aunque el tuyo lo sea. 9Te
sientes seriamente tentado de abandonar al Espíritu Santo al primer roce con el
anillo de temor, pero Él te conducirá sano y salvo a través del temor y más
allá de él.
4. El círculo
de temor yace justo debajo del nivel que los ojos del cuerpo perciben, y
aparenta ser la base sobre la que el mundo descansa. 2Ahí se
encuentran todas las ilusiones, todos los pensamientos distorsionados, todos
los ataques dementes, la furia, la venganza y la traición que se concibieron
con el propósito de conservar la culpabilidad, de modo que el mundo pudiese alzarse
desde ella y mantenerla oculta. 3Su sombra se eleva hasta la
superficie lo suficiente como para conservar sus manifestaciones más externas
en la oscuridad, y para causarles desesperación y mantenerlas en la soledad y
en la más profunda tristeza. 4Su intensidad, no obstante, está
velada tras pesados cortinajes, y se mantiene aparte de lo que se concibió para
ocultarla. 5El cuerpo es incapaz de ver esto, pues surgió de ello
para ofrecerle protección, la cual depende de que eso no se vea. 6Los
ojos del cuerpo nunca lo verán. 7Pero verán lo que dicta.
5. El cuerpo
seguirá siendo el mensajero de la culpabilidad y actuará tal como ella le dicte
mientras tú sigas creyendo que la culpabilidad es real. 2Pues la
supuesta realidad de la culpabilidad es la ilusión que hace que ésta parezca
ser algo denso, opaco e impenetrable, y la verdadera base del sistema de
pensamiento del ego. 3Su delgadez y transparencia no se vuelven
evidentes hasta que ves la luz que yace tras ella. 4Y ahí, ante la
luz, la ves como el frágil velo que es.
6. Esta
barrera tan aparentemente sólida, y ese falso suelo que parece una roca, es
como un banco de nubes negras que flotan muy cerca de la superficie, dando la
impresión de ser una sólida muralla ante el sol. 2Su apariencia
impenetrable no es más que una ilusión. 3Cede mansamente ante las
cumbres que se elevan por encima de ella, y no tiene ningún poder para detener
a nadie que quiera ascender por encima de ella y ver el sol. 4Esta
aparente muralla no es lo suficientemente fuerte como para detener la caída de
un botón o para sostener una pluma. 5Nada puede descansar sobre
ella, pues no es sino una base ilusoria. 6Trata de tocarla y
desaparece; intenta asirla y tus manos no agarran nada.
7. Pero en ese banco de nubes es
fácil ver todo un mundo. 2Las cordilleras, los lagos y las ciudades
que ves, son todos producto de tu imaginación; y desde las nubes, los
mensajeros de tu percepción regresan a ti, asegurándote que todo eso se
encuentra allí. 3Se destacan figuras que se mueven de un lado a
otro, las acciones parecen reales, y aparecen formas que pasan de lo bello a lo
grotesco. 4Y esto se repite una y otra vez, mientras quieras seguir
jugando el juego infantil de pretender ser otra cosa. 5Sin embargo,
por mucho que quieras jugar ese juego, e independientemente de cuánta
imaginación emplees, no lo confundes con el mundo que le subyace ni intentas
hacer que sea real.
8. Asimismo debería ser con las tenebrosas nubes de la culpabilidad, las
cuales son igualmente vaporosas e insubstanciales. 2No te pueden
magullar al atravesarlas. 3Deja que tu Guía te muestre su naturaleza
insustancial a medida que te conduce más allá de ellas, pues debajo de ellas
hay un mundo de luz sobre el que esas nubes no arrojan sombras. 4Sus
sombras sólo nublan el mundo que se encuentra más allá de ellas, el cual está
aún más alejado de la luz. 5Sin embargo, no pueden arrojar sombras
sobre la luz.
9. Este mundo de luz, este círculo
de luminosidad es el mundo real, donde la culpabilidad se topa con el perdón. 2Ahí
el mundo exterior se ve con ojos nuevos, libre de toda sombra de culpabilidad.
3Aquí te encuentras perdonado, pues aquí has perdonado a todo el
mundo. 4He aquí la nueva percepción donde todo es luminoso y brilla
con inocencia, donde todo ha sido purificado en las aguas del perdón y se
encuentra libre de cualquier pensamiento maligno que jamás hayas proyectado
sobre él. 5Ahí no se ataca al Hijo de Dios, y a ti se te da la
bienvenida. 6Ahí se encuentra tu inocencia, esperando para
envolverte, protegerte y prepararte para el paso final de tu viaje interno. 7Ahí
se dejan de lado los sombríos y pesados cortinajes de la culpabilidad, los
cuales quedan dulcemente reemplazados por la pureza y el amor.
10. Pero ni siquiera el perdón es el final. 2El perdón hace que
todo sea bello, pero no puede crear. 3Es la fuente de la curación,
el emisario del amor, pero no su Fuente. 4Se te conduce ahí para que
Dios Mismo pueda dar el paso final sin impedimentos, pues ahí nada se opone al
amor, sino que le permite ser lo que es. 5Un paso más allá de este
santo lugar de perdón -paso éste que te lleva aún más adentro pero uno que tú
no puedes dar- te transporta a algo completamente diferente. 6Ahí
reside la Fuente
de la luz; ahí nada se percibe, se perdona o se transforma, sino que simplemente
se conoce.
11. Este curso te conducirá al conocimiento, pero el conocimiento en sí
está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. 2Y no es
necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más allá de
las palabras. 3Lo único que tenemos que recordar es que todo aquel
que alcance el mundo real, más allá del cual el aprendizaje no puede ir, irá
más allá de él, pero de una manera diferente. 4Allí donde acaba el
aprendizaje, allí comienza Dios, pues el aprendizaje termina ante Aquel que es
completo donde Él Mismo comienza y donde no hay final. 5No debemos
ocuparnos de lo que es inalcanzable. 6Aún es mucho lo que nos queda
por aprender , 7pues todavía tenemos que alcanzar la condición de
estar listos para el conocimiento.
12. El amor no es algo que se pueda aprender. 2Su significado
reside en sí mismo. 3Y el aprendizaje finaliza una vez que has reconocido
todo lo que no es amor. 4Ésa es la interferencia, eso es lo que hay
que eliminar. 5El amor no es algo que se pueda aprender porque jamás
ha habido un solo instante en que no lo conocieses. 6El aprendizaje
no tiene objeto ante la
Presencia de tu Creador, Cuyo reconocimiento de ti y el tuyo
de Él transciende el aprendizaje en tal medida, que todo lo que has aprendido
no significa nada en comparación, y queda reemplazado para siempre por el
conocimiento del amor y su único significado.
13. Tu relación con tu hermano ha sido extraída del mundo de las sombras,
y su impío propósito conducido sano y salvo a través de las barreras de la
culpabilidad, lavado en las aguas del perdón y depositado radiante en el mundo
de la luz donde ha quedado firmemente enraizado. 2Desde allí te
exhorta a que sigas el mismo camino que tu relación tomó, al haber sido
elevada muy por encima de las tinieblas y depositada tiernamente ante las
puertas del Cielo. 3El instante santo en el que tú y tu hermano os
unisteis no es más que el mensajero del amor, el cual se envió desde más allá
del perdón para recordarte lo que se encuentra allende el perdón. 4Sin
embargo, es a través del perdón como todo ello se recordará.
14. Y cuando el recuerdo de Dios te haya llegado en el santo lugar del perdón,
no recordarás nada más y la memoria será tan inútil como el aprendizaje, pues
tu único propósito será crear. 2Mas no podrás saber esto hasta que
toda percepción haya sido limpiada y purificada, y finalmente eliminada para
siempre. 3El perdón deshace únicamente lo que no es verdad,
despejando las sombras del mundo y conduciéndolo -sano y salvo dentro de su
dulzura- al mundo luminoso de la nueva y diáfana percepción. 4Allí
se encuentra tu propósito ahora. 5Y es allí donde te aguarda la paz.
Video de Mich Gaymard