Lección 125 y Texto UCDM
LECCIÓN 125
En la quietud recibo hoy la Palabra
de Dios.
1. Deja que hoy
sea un día de quietud y de sosegada escucha. 2La Voluntad de tu Padre es que hoy oigas Su Palabra. 3Por eso te
llama desde lo más recóndito de tu mente donde Él mora. 4Óyele hoy. 5No
podrá haber paz hasta que Su Palabra sea oída por todos los rincones del mundo,
y tu mente, escuchando en quietud, acepte el mensaje que el mundo
tiene que oír para que pueda dar comienzo la serena hora de la paz.
2. Este mundo
cambiará gracias a ti. 2Ningún otro medio puede salvarlo, pues el
plan de Dios es simplemente éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí
mismo, y se le ha dado la
Palabra de Dios para que sea su Guía, y Ésta se encuentra
para siempre a su lado y en su mente, a fin de conducirlo con certeza a casa de
Su Padre por su propia
voluntad, la cual es eternamente tan libre como la de Dios. 3No se
le conduce a la fuerza, sino con amor. 4No es juzgado, sino
santificado.
3. Hoy oiremos la Voz de Dios en la quietud, sin
la intromisión de nuestros insignificantes pensamientos ni la de nuestros
deseos personales, y sin juzgar en modo alguno Su santa Palabra. 2Tampoco
nos juzgaremos a nosotros mismos hoy, pues lo que somos no puede ser juzgado. 3Nos
hallamos mucho más allá de todos los juicios que el mundo ha formado contra el
Hijo de Dios. 4El mundo no lo conoce. 5Hoy no prestaremos
oídos al mundo, sino que aguardaremos silenciosamente la Palabra de Dios.
4. Santo Hijo de
Dios, oye a tu Padre. 2Su Voz quiere darte Su santa Palabra para que
disemines por todo el mundo las buenas nuevas de la salvación y de la santa
hora de la paz. 3Nos congregamos hoy en el trono de Dios, en el
sereno lugar de tu mente donde Él mora para siempre en la santidad que creó y
que nunca ha de abandonar.
5. Él no ha
esperado a que tú le devuelvas tu mente para darte Su Palabra. 2Él
no se ocultó de ti cuando tú te alejaste por un breve período. 3Para
Él, las ilusiones que abrigas de ti mismo no tienen ningún valor. 4Él
conoce a Su Hijo, y dispone que siga siendo parte de Él a pesar de sus sueños y
a pesar de la locura que le hace pensar que su voluntad no es su voluntad.
6. Él te habla
hoy. 2Su Voz espera tu silencio, pues Su Palabra no puede ser oída
hasta que tu mente no se
haya aquietado por un rato y tus vanos deseos hayan sido acallados. 3Aguarda
Su Palabra en silencio. 4Hay una paz en ti a la que puedes recurrir
hoy a fin de que te ayude a preparar a tu santísima mente para oír la Voz que habla por su Creador.
7. En tres
ocasiones hoy, y en aquellos momentos que sean más conducentes a estar en silencio, deja de escuchar al mundo durante diez minutos y
elige en su lugar escuchar plácidamente la Palabra de Dios. 2Él te habla desde un
lugar que se encuentra más cerca de ti que tu propio corazón. 3Su
Voz está más cerca de ti que tu propia mano. 4Su Amor es todo lo que
eres y todo lo que Él es; Su Amor es lo mismo que tú eres y tú eres lo mismo qué El
es.
8. Es tu voz la que escuchas cuando
Él te habla. 2Es tu Palabra la que Él pronuncia. 3Es la Palabra de la libertad y
de la paz, de la unión de voluntades y
propósitos; sin separación o división en la única Mente del
Padre y del Hijo. 4Escucha hoy a tu Ser en silencio, y deja que te
diga que Dios nunca ha abandonado a Su Hijo y que tú nunca has abandonado a tu
Ser.
9. Sólo necesitas estar muy
quieto. 2No necesitas ninguna otra regla que ésta para dejar que la
práctica de hoy te eleve muy por encima del pensamiento del mundo y libere tu
visión de lo que ven los ojos del cuerpo. 3Sólo necesitas estar quieto y escuchar. 4Oirás
la Palabra en
la que la Voluntad
de Dios el Hijo se une a la
Voluntad de su Padre
en total armonía con ella y sin ninguna ilusión que se interponga entre lo que
es absolutamente indivisible y verdadero. 5A medida que transcurra
cada hora hoy, detente por un momento y recuérdate a ti mismo que tienes un
propósito especial en este día: recibir en la quietud la Palabra de Dios.
Texto
Capítulo 17
EL
PERDÓN Y LA RELACIÓN
SANTA
1. Cómo llevar las fantasías
ante la verdad
1. La traición que el Hijo de Dios
cree haber cometido sólo tuvo lugar en ilusiones, y todos sus
"pecados" no son sino el producto de su propia imaginación. 2Su realidad es
eternamente inmaculada. 3El Hijo de Dios no necesita ser perdonado,
sino despertado. 4En sus sueños se ha traicionado a sí mismo, a sus
hermanos y a su Dios. 5Mas lo que tiene lugar en sueños no tiene
lugar realmente. 6Es imposible convencer al que sueña de que esto
es así, pues los sueños son lo que son debido a la
ilusión de que son reales. 7Sólo al despertar se libera uno
completamente de ellos, pues sólo entonces resulta perfectamente evidente el
hecho de que no afectaron en modo alguno la realidad y de que no la han cambiado.
8Las fantasías cambian la realidad. 9Ese es su propósito.
10En realidad no lo pueden hacer, pero sí pueden hacerlo en
la mente que quiere que la realidad sea diferente.
2. Tu deseo de cambiar la realidad es, por lo tanto, lo
único que es temible, pues al desear que la realidad cambie crees que tu deseo
se ha cumplido. 2En cierto sentido, esta extraña perspectiva da
testimonio de tu poder. 3Mas cuando lo distorsionas y lo utilizas
en favor del "mal", haces también que sea algo irreal para ti. 4No
puedes serle fiel a dos amos que te piden cosas contradictorias. 5Lo
que usas en beneficio de las fantasías, se lo niegas a la verdad. 6Mas
lo que le entregas a la verdad para que ésta lo use en tu beneficio, se
encuentra a salvo de las fantasías.
3. Cuando sostienes que es imposible que no haya grados
de dificultad en los milagros, lo único que estás diciendo es que hay algunas
cosas que no quieres entregarle a la verdad. 2Crees que la verdad no
podría resolverlas debido únicamente a que prefieres mantenerlas ocultas de la
verdad. 3Dicho llanamente, tu falta de fe en el poder que sana todo
dolor emana de tu deseo de conservar algunos aspectos de la realidad y
reservarlos para la fantasía. 4¡Si tan sólo comprendieses cuánto
afecta esto tu apreciación de la totalidad! 5Aquello que te reservas
sólo para ti, se lo quitas a Aquel que quiere liberarte. 6A menos
que se lo devuelvas, tu perspectiva de la realidad permanecerá inevitablemente
distorsionada y sin corregir.
4. Mientras desees que esto siga siendo así, seguirás
albergando la ilusión de que hay grados de dificultad en los milagros. 2Pues
habrás sembrado la idea de grados de realidad al darle una parte de ésta a un
maestro, y la otra al otro. 3De este modo, aprendes a tratar con una
parte de la verdad de una manera, y con la otra de otra. 4Fragmentar
la verdad es destruirla, pues ello la desprovee de todo significado. 5El
concepto de grados de realidad es un enfoque que denota falta de entendimiento,
un marco de referencia para la realidad con el que realmente no se la puede
comparar en absoluto.
5. ¿Crees acaso que puedes llevar la verdad ante las
fantasías y aprender lo que significa la verdad desde la perspectiva de lo ilusorio? 2La verdad
no tiene significado dentro de lo ilusorio. 3El
marco de referencia para entender su significado tiene que ser ella misma. 4Cuando
tratas de llevar la verdad ante las ilusiones, estás tratando de hacer que las
ilusiones sean reales y de conservarlas justificando tu creencia en ellas. 5Llevar
las fantasías ante la verdad, no obstante, es permitir que la verdad te muestre
que las ilusiones son irreales, lo cual te permite entonces liberarte de ellas.
6No mantengas ni una sola idea excluida de la verdad, pues si lo
haces, estarás estableciendo diferentes grados de realidad que no podrán sino
aprisionarte. 7No hay grados de realidad porque en ella todo es
verdad.
6. Procura estar dispuesto, pues, a entregarle todo lo
que has ocultado de la verdad a Aquel que la conoce, y en Quien todo se lleva
ante ella. 2Lograremos salvarnos de la separación completamente, o
no lo lograremos en absoluto. 3No te preocupes por nada, excepto por
estar dispuesto a que se logre. 4Él será Quien lo logre, no tú. 5Pero
no te olvides de lo siguiente: cuando te alteras y pierdes la paz porque otro
está tratando de resolver sus problemas valiéndose de fantasías, estás
negándote a perdonarte a ti mismo por haber hecho exactamente lo mismo. 6Y
estás manteniéndoos a ti y al otro alejados de la verdad y de la salvación. 7Al
perdonarlo, restituyes a la verdad lo que ambos habíais negado. 8Y
verás el perdón allí donde lo hayas otorgado.
Video de Mich Gaymard