Lección 128 y Texto UCDM
LECCIÓN 128
El mundo que veo no me ofrece nada
que yo desee
1. El mundo que ves no te ofrece nada que puedas necesitar; nada que
puedas usar en modo alguno; ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. 2Cree
esto y te habrás ahorrado muchos años de miseria, incontables desengaños y
esperanzas que se convierten en
amargas cenizas de desesperación. 3Todo aquel que quiera dejar atrás
al mundo y remontarse más allá de su limitado alcance y de sus mezquindades
tiene que aceptar que este pensamiento es verdad.
2. Cada cosa que
valoras aquí no es sino una cadena que
te ata al mundo; y ése es su único
propósito. 2Pues todas las cosas tienen que servir para el propósito
que tú les has asignado, hasta que veas
en ellas otro propósito. 3El único propósito digno de tu mente que
este mundo tiene es que lo pases de largo, sin detenerte a percibir ninguna
esperanza allí donde no hay ninguna. 4No te dejes engañar más. 5El
mundo que ves no te ofrece nada que tú desees.
3. Escápate hoy de
las cadenas con las que aprisionas a tu mente cuando percibes la salvación
aquí. 2Pues aquello que valoras lo consideras parte de ti tal como
te percibes a ti mismo. 3Todo aquello que persigues para realzar tu
valor ante tus propios ojos te limita todavía más, oculta de tu conciencia tu
valía y añade un cerrojo más a la puerta que conduce a la verdadera conciencia
de tu Ser.
4. No dejes que
nada que esté relacionado con pensamientos corporales te demore en tu avance
hacia la salvación, ni que la tentación de creer que el mundo puede ofrecerte
algo que deseas te retrase. 2No hay nada aquí que valga la pena
anhelar. 3Nada aquí es digno de un instante de retraso o de dolor,
ni de un solo momento de incertidumbre o de duda. 4Lo que carece de
valor no ofrece nada. 5Lo que verdaderamente tiene valor no se puede
hallar en lo que carece de valor.
5. Nuestra
práctica de hoy consiste en abandonar todo pensamiento que tenga que ver con cualquier
valor que le hayamos atribuido al mundo. 2Lo liberaremos de
cualquier propósito que le hayamos asignado a sus aspectos, fases y sueños. 3Lo
consideraremos en nuestra mente como algo carente de propósito, y lo
relevaremos de todo aquello que queríamos que fuese. 4De esta manera
romperemos las cadenas que atrancan la puerta que conduce a nuestra liberación
de él, e iremos más allá de todos sus insignificantes valores y limitados
objetivos.
6. Permanece muy
quedo y en paz por un rato, y observa cuán alto te elevas por encima del mundo
cuando liberas a tu mente de sus cadenas y dejas que busque el nivel donde se
siente a gusto. 2Tu mente se sentirá agradecida de poder estar libre
por un rato. 3Ella sabe dónde le corresponde estar. 4Libera
sus alas y volará sin titubeo alguno y con alegría a unirse con su santo
propósito. 5Déjala que descanse en su Creador, para que allí se le
restituya la cordura, la libertad y el amor.
7. Dale hoy diez
minutos de descanso en tres ocasiones. 2Y cuando abras los ojos después
de cada una de estas sesiones no valorarás nada que veas tanto como lo valorabas antes. 3Tu perspectiva del
mundo cambiará ligeramente cada vez que le permitas a tu mente liberarse de sus
cadenas. 4El mundo no es el lugar donde le corresponde estar. 5Y
a ti te corresponde estar allí donde ella
quiere estar, y a donde va a descansar cuando la liberas del mundo. 6Tu
Guía es infalible. 7Haz que tú mente sea receptiva a Él. 8Permanece
muy quedo y descansa.
8. Protege
asimismo tu mente a lo largo del día. 2Y cuando pienses que algún aspecto o alguna imagen
del mundo tiene valor, niégate a encadenar tu mente de esa manera, y, en lugar
de ello, repite para tus adentros con tranquila certeza:
3Esto no me
tentará a que me demore.
4El mundo que
veo no me ofrece nada que yo desee.
Texto
IV.
Los dos cuadros
1. Dios estableció Su relación
contigo para hacerte feliz, y ninguna cosa que hagas que no comparta Su
propósito puede ser real. 2El propósito que Dios adscribió a cada cosa es la
única función que tiene. 3Debido a la razón que Él tuvo para crear
Su relación contigo, la función de las relaciones se convirtió para siempre en
"hacer feliz". 4Eso es todo. 5Para satisfacer esta función
te relacionas con tus creaciones del mismo modo en que Dios se relaciona con las Suyas. 6Pues
nada que Dios haya creado puede estar excluido de la felicidad, y nada que Él
creó desea otra cosa que extender felicidad tal como su Creador lo hizo. 7 Lo que no
satisface esta función no puede ser real.
2. En este mundo es imposible
crear. 2Pero sí es posible hacer feliz. 3He dicho
repetidamente que el Espíritu Santo no quiere privarte de tus relaciones
especiales, sino transformarlas. 4Y lo único que esto significa es que Él reinstaurará en ellas la función
que Dios les asignó. 5La función que tú les has asignado es
claramente que no sean fuentes de felicidad. 6Pero la relación santa
comparte el propósito de Dios, en lugar de tratar de inventar otro para que lo
substituya. 7Cada relación especial que has entablado es un substituto
de la Voluntad
de Dios y glorifica tu voluntad en vez de la Suya debido a la ilusión de que son diferentes.
3. Has entablado relaciones muy
reales incluso en este mundo. 2Sin embargo, no las reconoces porque
has hecho que sus substitutos predominen de tal manera que, cuando la verdad te
llama -como constantemente lo hace- contestas con un substituto. 3El
propósito fundamental de cada relación especial que has entablado es mantener a
tu mente tan ocupada que no puedas oír la llamada de la verdad.
4. En cierto sentido, la relación
especial fue la respuesta del ego a la creación del Espíritu Santo, Quien a Su
vez fue la Respuesta
de Dios a la separación. 2Pues aunque el ego no entendía lo que
había sido creado, era consciente de una amenaza. 3Todo el sistema
defensivo que el ego desarrolló para proteger la separación de los avances del
Espíritu Santo, fue en respuesta al regalo con el que Dios la bendijo, Quien,
mediante Su bendición, permitió que se subsanase. 4Esta bendición
encierra dentro de sí la verdad de todo. 5Y la verdad es que el Espíritu
Santo mantiene una estrecha relación contigo porque en Él tu relación con Dios
queda restaurada. 6Tu relación con Él jamás se ha roto porque desde
que se produjo la separación el Espíritu Santo no ha estado separado de nadie. 7Y
gracias a Él todas tus relaciones santas han sido cuidadosamente preservadas
para que sirvan el propósito que Dios te dio.
5. El ego siempre se mantiene
alerta por si surge cualquier amenaza, y la parte de tu mente en la que el ego
fue aceptado está ansiosa por conservar su propia razón, tal como la entiende. 2No
se da cuenta de que es completamente demente. 3Mas tú tienes que
darte cuenta exactamente de lo que esto significa si quieres que se te
restituya la cordura. 4Los dementes protegen sus sistemas de
pensamiento, pero lo hacen de manera demente. 5Y todas sus defensas son tan
dementes como lo que supuestamente tienen que proteger. 6No hay
nada en la separación, ni "razón", ni atributo, ni ningún aspecto que
no sea demente. 7Y su "protección", que es parte de ella,
es tan demente como toda ella. 8Por lo tanto, la relación especial,
su principal defensa, no puede sino ser demente.
6. No tendrás mucha dificultad
ahora en darte cuenta de que el sistema de pensamiento que la relación especial
protege no es más que un sistema ilusorio. 2Reconoces, al menos en
términos generales, que el ego es demente. 3No obstante, todavía te
parece que la relación especial es en cierto modo "diferente". 4Sin
embargo, la hemos examinado con mucho más detenimiento que muchos de los otros
aspectos del sistema de pensamiento del ego que has estado más dispuesto a
abandonar. 5Mientras este aspecto continúe vigente, no obstante, no
podrás abandonar los demás. 6Pues este aspecto no es diferente. 7Si
lo conservas, habrás conservado todos los demás.
7. Es esencial darse cuenta de
que todas las defensas dan lugar a lo que quieren defender. 2La
base subyacente de su eficacia es que ofrecen lo que defienden. 3Lo
que defienden se ha depositado en ellas para mantenerlo a salvo, y conforme
operan te lo brindan a ti. 4Toda defensa opera dando regalos, y los
regalos son siempre una miniatura -montada en marco de oro- del sistema de pensamiento que la defensa protege. 5Se
trata de un marco muy elaborado, repleto de gemas, y profusamente tallado y pulido. 6Su
propósito es ser valioso en sí mismo, y desviar tu atención de lo que encierra. 7Mas no
puedes tener el marco sin el cuadro. 8Las defensas operan para
hacerte creer que sí puedes.
8. La relación especial te ofrece
el marco más imponente y falaz de todas las defensas de las que el ego se vale. 2Su sistema de pensamiento se ofrece
aquí, rodeado por un marco tan recargado y elaborado, que el
cuadro casi desaparece debido a la imponente estructura del marco. 3En
el marco van entretejidas toda suerte de fantasías de amor quiméricas y
fragmentadas, engarzadas con sueños de sacrificio y vanagloria, y entrelazadas
con hilos
dorados
de auto-destrucción. 4El brillo de la sangre resplandece como si de rubíes se tratase, y las
lágrimas van talladas cual diamantes que refulgen tenuemente a la luz mortecina
en que se hace el ofrecimiento.
9. Examina el cuadro. 2No
dejes que el marco te distraiga. 3Este cuadro se te ofrece para que
te condenes, y si lo aceptas creerás estar condenado. 4No puedes
conservar el marco sin el cuadro. 5Lo que valoras es el marco, pues
en él no ves conflicto. 6No obstante, el marco no es más que la
envoltura del regalo de conflicto. 7El marco no es el regalo. 8No te
dejes engañar por los aspectos más superficiales de este sistema de
pensamiento, pues en ellos se encierra todo el sistema en sí, sin excluir
ningún aspecto. 9En este regalo rutilante habita la muerte. 10No
permitas que tu mirada se pose en los destellos hipnóticos del marco. 11Mira
el cuadro y date cuenta de que lo que te ofrece es la muerte.
10. Por eso es por lo que el instante santo es tan importante para la
defensa de la verdad. 2La verdad en sí no necesita defensa, mas tú
necesitas ser defendido contra tu aceptación del regalo de muerte. 3Cuando
tú, que eres la verdad, aceptas una idea tan peligrosa para la verdad, la amenazas
con su destrucción. 4Y ahora se te tiene que defender, para poder
así conservar intacta la verdad. 5El poder del Cielo, el Amor de
Dios, las lágrimas de Cristo y la alegría de Su espíritu eterno son convocados
para defenderte de tu propio ataque. 6Pues tú los atacas al ser
parte de Ellos, y Ellos tienen que salvarte, pues se aman a Sí Mismos.
11. El instante santo es una
miniatura del Cielo, que se te envía desde el Cielo. 2Es también
un cuadro, montado en un marco. 3Mas si aceptas éste regalo no verás el marco
en absoluto, ya que el regalo sólo puede ser aceptado cuando estás dispuesto a
poner toda tu atención en el cuadro. 4El instante santo es una
miniatura de la eternidad. 5Es un cuadro de intemporalidad, montado
en un marco de tiempo. 6Si te concentras en el cuadro, te darás
cuenta de que era únicamente el marco lo que te hacía pensar que era un cuadro. 7Sin el
marco, el cuadro se ve como lo que representa. 8Pues de la misma
manera en que todo el sistema de pensamiento del ego radica en sus regalos, del
mismo modo el Cielo en su totalidad radica en este instante, que se tomó
prestado de la eternidad y se montó en el tiempo para ti.
12. Se te ofrecen dos regalos. 2Cada uno de
ellos es un todo en sí mismo y no puede ser aceptado parcialmente. 3Cada
uno de ellos es un cuadro de todo lo que puedes tener, aunque desde una perspectiva
muy diferente. 4No puedes comparar su valor comparando el cuadro de
uno con el marco del otro. 5Debes comparar únicamente los cuadros,
pues, de otro modo, la comparación no tendría ningún sentido. 6Recuerda
que el cuadro es lo que constituye el regalo. 7Y sólo sobre esa
base eres realmente libre de elegir. 8Contempla los cuadros. 9Contempla
los dos. 10Uno es un cuadro diminuto, difícil de ver bajo las
pesadas sombras de su enorme y desproporcionado marco. 11El otro
tiene un marco liviano, está colgado en plena luz y es algo maravilloso de
contemplar debido a lo que es.
13. Tú que has tratado tan
arduamente -y todavía sigues tratando- de encajar el mejor cuadro en el marco
equivocado, y combinar de este modo lo que no puede ser combinado, acepta lo
que sigue y regocíjate por ello: cada uno de estos cuadros está perfectamente
enmarcado de acuerdo con lo que representa. 2Uno de ellos está
enmarcado de forma que el cuadro esté desenfocado y no se pueda ver. 3El
otro, de forma que su cuadro se vea con perfecta claridad. 4El
cuadro de muerte y de tinieblas se hace cada vez menos convincente según logras
dar con él entre todo lo que lo envuelve. 5A medida que se expone a
la luz cada una de las piedras inertes que en la oscuridad parecían brillar
desde el marco, dichas piedras se vuelven opacas y sin vida y cesan de desviar
tu atención del cuadro. 6Y por fin miras al cuadro en sí, viendo
finalmente que, sin la protección del marco, no tiene sentido.
14. El otro cuadro tiene un marco muy liviano, pues el tiempo no puede
contener a la eternidad. 2No hay nada en él que te pueda distraer. 3El
cuadro del Cielo y de la eternidad se vuelve más convincente a medida que lo
contemplas. 4Y ahora, después de haberse hecho una verdadera
comparación, puede por fin tener lugar una transformación de ambos cuadros. 5Y a cada uno de
ellos se le da el lugar que le corresponde una vez que se ve en relación con el
otro. 6Cuando llevas el cuadro tenebroso ante la luz, no lo percibes
como algo temible, sino que por fin te das cuenta del hecho de que no es más
que un cuadro. 7Y en ese momento reconoces lo que ves ahí tal como
es: un cuadro de algo que pensabas que era real, y nada más. 8Pues
más allá de ese cuadro no verás nada.
15. El cuadro de luz, en claro e
inequívoco contraste, se transforma en lo que está más allá del cuadro. 2A medida que lo contemplas, te
das cuenta de que no es un cuadro, sino una realidad. 3No se trata
de una representación pictórica de un sistema de pensamiento, sino que es el
Pensamiento mismo. 4Lo que representa está ahí. 5El marco
se desvanece suavemente y brota en ti el recuerdo de Dios, ofreciéndote toda la
creación a cambio de tu insignificante cuadro, que no tenía ningún valor ni
ningún significado.
Video de Mich Gaymard