Lección 143 y Texto UCDM
LECCIÓN 143
Mi mente
alberga sólo lo que pienso con Dios.
(125) En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.
(126) Todo lo que doy es a mí mismo a
quien se lo doy.
Texto
II. El pecado en contraposición al error
1. Es esencial que no se confunda el
error con el pecado, ya que esta distinción es lo que hace que la salvación sea
posible. 2Pues el error puede ser corregido, y lo torcido
enderezado. 3Pero el pecado, de ser posible, sería irreversible. 4La
creencia en el pecado está necesariamente basada en la firme convicción de que
son las mentes, y no los cuerpos, que las atacan. 5Y así, la mente
es culpable y lo será siempre, a menos que una mente que no sea parte de ella
pueda darle la absolución. 6El pecado exige castigo del mismo modo
en que el error exige corrección, y la creencia de que el castigo es corrección
es claramente una locura.
2.
El pecado no es un error, pues el pecado comporta una arrogancia que la idea
del error no posee. 2Pecar supondría violar la realidad y lograrlo. 3El
pecado es la proclamación de que el ataque es real y que la culpabilidad está
justificada. 4Da por sentado que el Hijo de Dios es culpable y que,
por lo tanto, ha conseguido perder su inocencia y también convertirse a sí
mismo en algo que Dios no creó. 5De este modo, la creación se ve como algo
que no es eterno, y la
Voluntad de Dios como susceptible de ser atacada y derrotada.
6El pecado es la gran ilusión que subyace a toda la grandiosidad del
ego. 7Pues debido a él, Dios Mismo cambia y se le priva de Su
Plenitud.
3. El Hijo de Dios puede estar
equivocado, engañarse a sí mismo e incluso usar el poder de su mente contra sí
mismo. 2Pero no puede pecar. 3No puede
hacer nada que en modo alguno altere su realidad, o que haga que realmente sea
culpable. 4Eso es lo que el pecado quisiera hacer, pues ése es su
propósito. 5Mas a pesar de toda la salvaje demencia inherente a la idea
del pecado, éste sigue siendo imposible. 6Pues el costo del pecado es la muerte,
y ¿podría acaso perecer lo que es inmortal?
4. Uno de los principales dogmas de
la descabellada religión del ego es que el pecado no es un error sino la
verdad, y que la inocencia es la que pretende engañarnos. 2La
pureza se considera arrogancia, y la aceptación de nuestro ser como algo
pecaminoso se percibe como santidad. 3Y es esta doctrina la que
sustituye a la realidad del Hijo de Dios tal como su Padre lo creó, y tal como
dispuso que fuese para siempre. 4¿Es esto humildad? 5¿O
es más bien un intento de desgajar a la creación de la verdad, y de mantenerla
aparte?
5. El ego siempre considerará
injustificable cualquier intento de reinterpretar el pecado como un error. 2La
idea del pecado es absolutamente sacrosanta en su sistema de pensamiento, y
sólo puede abordarse con respeto y temor reverente. 3Es el concepto
más "sagrado" del sistema del ego: bello y poderoso, completamente
cierto, y protegido a toda costa por cada una de las defensas que el ego tiene
a su disposición. 4Pues en el pecado radica su "mejor"
defensa, a la que todas las demás sirven. 5El pecado es su armadura,
su protección y el propósito fundamental de la relación especial tal como el
ego la interpreta.
6. Puede ciertamente afirmarse que
el ego edificó su mundo sobre el pecado. 2Únicamente en un mundo así
podría todo ser a la inversa. 3Ésta es la extraña ilusión que hace
que las nubes de la culpabilidad parezcan densas e impenetrables. 4La
solidez que los cimientos de este mundo parecen tener descansa en ello. 5Pues
el pecado ha hecho que la creación, de ser una Idea de Dios, pase a ser un
ideal del ego: un mundo que él rige, compuesto de cuerpos inconscientes y
capaces de caer presa de la corrupción y decadencia más absolutas. 6Si
esto es un error, la verdad puede deshacerlo fácilmente, 7pues todo
error puede ser corregido sólo con que se le permita a la verdad juzgarlo. 8Pero
si al error se le otorga el rango de verdad, ¿ante qué se podría llevar? 9La
"santidad" del pecado se mantiene intacta debido únicamente a este
extraño mecanismo. 10En cuanto que verdad, el pecado es inviolable,
y todo se lleva ante él para ser juzgado. 11Mas si es un error, es
él el que tiene que ser llevado ante la verdad. 12Es imposible tener
fe en el pecado, pues el pecado es falta de fe. 13Mas es posible
tener fe en el hecho de que cualquier error puede ser corregido.
7. No hay un solo baluarte en toda
la ciudadela fortificada del ego más celosamente defendido que la idea de que
el pecado es real, y de que es la expresión natural de lo que el Hijo de Dios
ha hecho de sí mismo y de lo que es. 2Para el ego eso no es un
error. 3Pues ésa es su realidad: la
"verdad" de la que nunca se podrá escapar. 4Ése es su
pasado, su presente y su futuro. 5Pues de alguna manera se las ha
arreglado para corromper a su Padre y hacerle cambiar de parecer por completo. 6¡Llora,
pues, la muerte de Dios, a Quien el pecado asesinó! 7Este sería el
deseo del ego, que en su demencia cree haberlo logrado.
8. ¿No preferirías que todo esto no
fuese más que una equivocación, completamente corregible, y de la que fuese
tan fácil escapar que rectificarla totalmente sería tan sencillo como
atravesar la neblina y llegar hasta al sol? 2Pues eso es todo lo que
es. 3Quizá te sientas tentado de coincidir con el ego en que es
mucho mejor ser pecador que estar equivocado. 4Mas piensa
detenidamente antes de permitirte a ti mismo tomar esa decisión. 5No
la tomes a la ligera, pues es la elección entre el Cielo y el infierno.
Video de Mich Gaymard