Lección 31 y Texto UCDM
LECCIÓN 31
No soy víctima
del mundo que veo.
1. La idea de hoy
es la introducción a tu declaración de emancipación. 2Una vez más,
la idea debe aplicarse tanto al mundo que ves fuera de ti como al que ves
dentro. 3Al aplicar la idea de hoy lo haremos de una manera que se
utilizará cada vez más, con ciertas modificaciones que ya se irán indicando. 4En
general, esta manera de practicar comprende dos aspectos: uno en el que aplicas
la idea de manera más prolongada, y otro en el que haces frecuentes
aplicaciones de la idea en el transcurso del día.
2. La idea de hoy
requiere dos sesiones de práctica más largas que de costumbre, una por la
mañana y otra por la noche. 2Se
recomiendan de tres a cinco minutos para cada una de ellas. 3Durante
ese intervalo, mira lentamente a tu alrededor mientras repites la idea dos o
tres veces. 4Luego cierra los ojos y aplica la idea a tu mundo interno. 5Te liberarás de ambos
al mismo tiempo, pues el interno es la causa
del externo.
3. Mientras
exploras tu mundo interno permite simplemente que cualquier pensamiento que
cruce tu mente llegue hasta tu conciencia, obsérvalo por un instante, y luego
reemplázalo con el siguiente. 2Trata de no establecer ninguna
jerarquía entre ellos. 3Observa su ir y venir tan desapasionadamente
como puedas. 4No te detengas en ninguno en particular, sino trata de
mantener un ritmo uniforme y calmado, sin ningún marcado interés por tu parte. 5Mientras
estés sentado observando tus pensamientos serenamente, repite la idea de hoy en
tu interior tan a menudo como quieras, mas sin ninguna sensación de premura.
4. Repítela además
tan frecuentemente como puedas en el transcurso del día. 2Recuerda
que al hacerlo estás haciendo una declaración de independencia en nombre de tu
propia libertad. 3Y en tu libertad radica la libertad del mundo.
5. La idea de hoy
es también especialmente útil como respuesta a cualquier tipo de tentación que
pueda presentarse. 2Es una declaración de que no vas a sucumbir a
ella, aprisionándote así a ti mismo.
Texto
Capítulo
6
LAS
LECCIONES DEL AMOR
Introducción
1. La relación que
existe entre la ira y el ataque es obvia, pero la relación que existe
entre la ira y el miedo no es siempre tan evidente. 2La ira siempre
entraña la proyección de la separación,
lo cual tenemos que aceptar, en última instancia, como nuestra propia responsabilidad,
en vez de culpar a otros por ello. 3No te puedes enfadar a no ser
que creas que has sido atacado, que está justificado contraatacar y que no eres
responsable de ello en absoluto. 4Dadas estas tres premisas
completamente irracionales, se tiene que llegar a la conclusión, igualmente
irracional, de que un hermano merece ataque en vez de amor. 5¿Qué se
puede esperar de premisas dementes; sino conclusiones dementes? 6La
manera de desvanecer una conclusión demente es analizando la cordura de las
premisas sobre las que descansa. 7Tú no puedes ser atacado, el ataque no tiene justificación y tú eres responsable de lo que crees.
2.
Se
te ha pedido que me tomes como modelo para tu aprendizaje, ya que un ejemplo
extremo es un recurso de aprendizaje sumamente útil. 2Todo el mundo
enseña, y enseña continuamente. 3Asumes inevitablemente esta
responsabilidad en el momento en que aceptas cualquier premisa, y nadie puede
organizar su vida sin un sistema de creencias. 4Una vez que has
desarrollado un sistema de pensamiento, sea cual fuere su clase, riges tu vida
de acuerdo con él y lo enseñas. 5Tu capacidad para ser fiel a un
sistema de pensamiento podrá estar mal situada, pero aun así es una forma de fe
y se puede canalizar en otra dirección.
I.
El mensaje de la crucifixión
1. Para los efectos del aprendizaje, examinemos de
nuevo la crucifixión. 2No hice hincapié en ella anteriormente
debido a las temibles connotaciones que quizá tengas asociadas con ella. 3Lo
único que se ha subrayado hasta ahora es que no fue una forma de castigo. 4No
obstante, no se puede explicar nada utilizando exclusivamente términos
negativos. 5Existe una interpretación constructiva de la
crucifixión que está totalmente desprovista de miedo y que, por lo tanto, si se
entiende debidamente, es totalmente benévola en cuanto a lo que enseña.
2.
La
crucifixión no es más que un ejemplo extremo. 2Su valor, al igual
que el valor de cualquier otro recurso de enseñanza, reside únicamente en la
clase de aprendizaje que facilitar 3Se puede entender -y se ha
entendido- incorrectamente. 4Ello se debe únicamente al hecho de
que los temerosos tienden a percibir con miedo. 5Ya te dije que
siempre puedes recurrir a mí para compartir mi decisión, y de ese modo hacerla
más firme. 6Te dije también que la crucifixión fue la última jornada
inútil que la Filiación
tuvo que emprender, y que para todo aquel que la entienda representa la manera
de liberarse del miedo. 7Aunque antes sólo hice hincapié en la
resurrección, no aclaré entonces el propósito de la crucifixión y la manera en
que ésta, de hecho, condujo a la resurrección. 8Ese propósito, no
obstante, tiene una aportación muy concreta que hacer. a tu propia vida, y si
lo examinas sin miedo, te ayudará a comprender tu propio papel como maestro.
3. Es probable que
hayas estado reaccionando durante muchos años como si te estuviesen
crucificando. 2Ésta es una marcada tendencia de los que creen estar
separados, que siempre se niegan a examinar lo que se han hecho a sí mismos. 3La
proyección implica ira, la ira alienta la agresión y la agresión fomenta el
miedo. 4El verdadero significado de la crucifixión radica en la aparente intensidad de la agresión cometida por algunos de
los Hijos de Dios contra otro. 5Esto, por supuesto, es imposible, y
se tiene que entender cabalmente que es imposible.
6De lo contrario, yo no puedo servir de modelo para el aprendizaje.
4. En última
instancia, sólo el cuerpo puede ser agredido. 2No cabe duda de que
un cuerpo puede agredir a otro, y puede incluso destruirlo. 3Sin
embargo, si la destrucción en sí es imposible, cualquier cosa que pueda ser
destruida no es real. 4Su destrucción, por lo tanto, no justifica
tu ira. 5En la medida en que creas que la justifica, estarás
aceptando premisas falsas y enseñándoselas a otros. 6El mensaje de
la crucifixión fue precisamente enseñar que no es necesario percibir ninguna
forma de ataque en la persecución, pues no puedes ser perseguido. 7Si reaccionas con ira,
tienes que estar equiparándote con lo destructible, y, por lo tanto, viéndote a
ti mismo de forma demente.
5.He dejado perfectamente claro que soy como tú y que
tú eres como yo, pero nuestra igualdad fundamental sólo puede demostrarse
mediante una decisión conjunta. 2Eres libre, si así lo eliges, de
percibirte a ti mismo como si te estuvieran persiguiendo. 3Mas
cuando eliges reaccionar de esa manera, deberías recordar que yo fui perseguido
de acuerdo con el pensar del mundo, y que no compartí esa interpretación. 4Y
puesto que no la compartí, no la reforcé. 5Ofrecí,
consecuentemente, una interpretación diferente del ataque, que deseo compartir
contigo. 6Si la crees, me ayudarás a enseñarla.
Video de Mich Gaymard