Lección 22 y Texto UCDM
LECCIÓN 22
Lo que veo es
una forma de venganza.
1. La idea de hoy
describe con gran precisión la manera en que todo aquel que alberga en su mente
pensamientos de ataque no puede sino ver el mundo. 2Habiendo
proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es la venganza a punto de
devolverle el golpe. 3De esta manera, percibe su propio ataque como
un acto en defensa propia. 4Esto se convierte progresivamente en un
círculo vicioso hasta que esté dispuesto a cambiar la manera como ve las cosas.
5De lo contrario, los pensamientos de ataque y contraataque le
consumirán y poblarán todo su mundo. 6¿De qué paz mental podría
gozar en tales condiciones?
2. De esta
fantasía salvaje es de lo que te quieres escapar. 2¿No es
maravilloso recibir las buenas nuevas de que no es real? 3¿No te
alegra sobremanera descubrir que te puedes escapar de ella? 4Tú has
fabricado lo que deseas destruir; lo que odias y lo que quieres atacar y matar.
5Nada de lo que temes existe.
3. Mira hoy al
mundo que te rodea por lo menos cinco veces, durante no menos de un minuto cada
vez. 2A medida que tus ojos
pasen lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, di para tus
adentros:
3Veo únicamente lo perecedero.
4No veo nada que vaya a perdurar.
5Lo que veo no
es real.
6Lo que veo es una forma de venganza.
7Al final de cada sesión de
práctica, pregúntate:
8¿ Es éste el mundo que realmente quiero ver?
9La respuesta será obvia.
Texto
VI. Las recompensas
de Dios
1. El ego no reconoce el verdadero origen de la
"amenaza", y si tú te identificas con el ego, no entenderás la
situación tal como es. 2Lo único que le confiere al ego poder sobre ti es la lealtad que le
guardas. 3Me he referido al ego como si fuera una entidad separada
que actúa por su cuenta. 4Esto ha sido necesario para persuadirte de
que no puedes descartarlo a la ligera y de que tienes que darte cuenta de cuán
extensa es la parte de tu pensamiento que él controla. 5Sin embargo,
no nos podemos detener ahí, pues, de lo contrario, no podrías sino pensar que
mientras estés aquí, o mientras creas estar aquí, estarás en conflicto. 6El
ego no es más que una parte de lo que crees acerca de ti. 7Tu otra
vida ha continuado sin ninguna interrupción, y ha sido, y será siempre, completamente
inmune a tus intentos de disociarte de ella.
2. En el proceso de aprender a escapar de las
ilusiones, es imprescindible que nunca te olvides de la deuda que tienes con
tu hermano. 2 Es la misma deuda que tienes conmigo. 3 Cuando
actúas egoístamente con otro, repudias la gracia que esta deuda te ofrece y la
percepción santa que produciría. 4La palabra "santa" puede
usarse aquí porque a medida que aprendes cuán endeudado estás con toda la Filiación ,
la cual me incluye a mí, te aproximas tanto al conocimiento como la percepción
lo permite. 5La brecha que entonces queda es tan diminuta que el
conocimiento puede salvarla y eliminarla para siempre.
3. Todavía tienes muy poca confianza en mí, pero ésta
aumentará a medida que recurras más y más a mí -en vez de a tu ego- en busca de
consejo. 2Los resultados te irán convenciendo cada vez más de que
ésta es la única elección cuerda que puedes hacer. 3Nadie que
aprenda por experiencia propia que cierta elección le brinda paz y alegría,
mientras que otra le precipita al caos y al desastre tiene más necesidad de
persuasión. 4Es más eficaz aprender a base de recompensas que a
base de dolor porque el dolor es una ilusión del ego y no puede producir más
que un efecto temporal. 5Las recompensas de Dios, en cambio, se
reconocen inmediatamente como eternas. 6Puesto que este
reconocimiento lo haces tú y no el ego, el reconocimiento mismo establece que
tú y el ego no podéis ser lo mismo. 7Tal vez creas que ya has
aceptado esto, pero aún no estás convencido de ello en absoluto. 8Prueba
de ello es el hecho de que crees que debes escaparte del ego. 9Sin
embargo, no puedes escaparte de él humillándolo; controlándolo o castigándolo.
4. El ego y el espíritu no se conocen. 2Sólo
mediante la disociación puede la mente separada mantener vigente la
separación. 3Una vez que ha hecho esto, niega todos los impulsos
verdaderamente naturales, no porque el ego sea una cosa separada, sino porque
quieres creer que tú lo eres. 4El ego es un mecanismo para seguir
albergando esta creencia, pero sigue siendo únicamente tu decisión de usar tal
mecanismo lo que lo perpetúa.
5. ¿Cómo puedes enseñarle a alguien el valor de algo
que él mismo ha desechado deliberadamente? 2Tiene que haberlo
desechado porque no le atribuyó ningún valor. 3Lo único que puedes
hacer es mostrarle cuánta infelicidad le causa su ausencia e írselo acercando
lentamente para que pueda ver cómo mengua su infortunio según él se aproxima a
ello. 4Esto le enseña a asociar su infelicidad con la ausencia de lo
que desechó, y lo opuesto a la
infelicidad con su presencia. 5Comenzará a desearlo gradualmente a
medida que cambie de parecer con respecto a su
valor. 6Te estoy enseñando a que asocies la infelicidad con el ego y la felicidad con el espíritu. 7Tú
te has enseñado a ti mismo lo contrario. 8Sigues siendo libre de
elegir, mas a la vista de las recompensas de Dios, ¿puedes realmente desear las
recompensas del ego?
6. De momento, la confianza que yo tengo en ti es mayor
que la que tú tienes en mí, pero no siempre será así. 2Tu misión es
muy simple. 3Se te pide que vivas de tal forma que demuestre que no
eres un ego, y yo no me equivoco al elegir los canales de Dios. 4El
Santísimo comparte mi confianza, y acepta mis
decisiones con respecto a la Expiación porque mi
voluntad nunca está en desacuerdo con la Suya. 5Dije anteriormente que yo estoy
a cargo de la Expiación.
6Esto es así debido únicamente a que completé mi papel en ella como
hombre, y ahora puedo completarla a través de otros. 7Los canales
que he elegido no pueden fallar porque les prestaré mi fortaleza mientras la
suya sea insuficiente.
7. Iré contigo al Santísimo, y mediante mi percepción
Él podrá salvar la diminuta brecha. 2Tu gratitud hacia tu hermano es la única
ofrenda que quiero. 3Yo se la
llevaré a Dios por ti, sabiendo que conocer a tu hermano es conocer a Dios. 4Si le estás
agradecido a tu hermano, le estarás
agradecido a Dios por lo que El creó. 5Mediante tu gratitud podrás llegar
a conocer a tu hermano, y un momento de verdadero reconocimiento convierte a
todo el mundo en tu hermano porque cada uno de ellos es Hijo de tu Padre. 6El
amor no conquista todas las cosas, pero sí las pone en su debido lugar. 7Puesto
que tú eres el Reino de Dios te puedo
conducir de vuelta a tus propias creaciones. 9Ahora no las reconoces,
pero aquello de lo cual te has disociado aún se encuentra ahí.
Video de Mich Gaymard