Lección 19 y Texto UCDM
LECCIÓN 19
No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
1. La idea de hoy es obviamente la
razón por la que lo que ves no te afecta a ti solo. 2Notarás
que las ideas que presentamos relacionadas con el acto de pensar a veces
preceden a las que están relacionadas con la percepción, mientras que en otras
ocasiones se invierte ese orden. 3Eso se debe a que el orden en sí
no importa. 4El acto de pensar y sus resultados son en realidad
simultáneos, ya que causa y efecto no están
nunca separados.
2. Hoy volvemos a hacer hincapié en
el hecho de que las mentes están unidas. 2Rara vez se acoge bien
esta idea al principio, puesto que parece acarrear un enorme sentido de
responsabilidad, e incluso puede considerarse como "una invasión de la
vida íntima”. 3Sin embargo, es un hecho que no existen pensamientos
privados. 4A pesar de tu resistencia inicial a esta idea, ya entenderás
que para que la salvación sea posible, esta idea tiene que ser verdad. 5Y la salvación tiene que ser
posible porque es la Voluntad
de Dios.
3. El minuto de búsqueda mental que
se requiere para los ejercicios de hoy debe hacerse con los ojos cerrados. 2Repite
primero la idea de hoy y luego escudriña tu mente en busca de aquellos pensamientos
que se encuentren en ella en ese momento. 3A medida que examines
cada uno de ellos, descríbelo en función del personaje o tema
central que contenga, y mientras lo mantienes en la mente, di:
4No soy el
único que experimenta los efectos de este pensamiento acerca de _____
4. El requisito de ser lo más
imparcial posible al seleccionar los objetos para las sesiones de práctica ya
te debe resultar bastante familiar a estas alturas, y de aquí en adelante no se
repetirá diariamente, aunque se incluirá de vez en cuando a modo de recordatorio.
2No olvides, sin embargo, que seleccionar los objetos al azar en
todas las sesiones de práctica seguirá siendo esencial hasta el final. 3Esta
falta de orden en el proceso de selección es lo que hará que finalmente tenga
sentido para ti el hecho de que no hay grados de dificultad en los milagros.
5. Además de las aplicaciones de la
idea de hoy "según lo dicte la necesidad"; se requieren por lo menos
tres sesiones de práctica, aunque el tiempo requerido para las mismas podría
acortarse si ello fuese necesario. 2No intentes hacer más de cuatro.
Texto
III. Amor sin conflicto
1. Es difícil entender lo que realmente
quiere decir "El Reino de los Cielos está dentro de ti". 2Ello
se debe a que no es comprensible para el ego, que lo interpreta como si algo
que está afuera estuviese adentro; lo cual no tiene sentido. 3La
palabra "adentro" es innecesaria. 4Tú eres el Reino de los
Cielos. 5¿Qué otra cosa sino a ti creó el Creador?, y ¿qué otra cosa
sino tú es Su Reino? 6Éste es el mensaje de la Expiación , mensaje que,
en su totalidad, transciende la suma de sus partes. 7Tú también
tienes un Reino que tu espíritu creó. 8Éste no ha dejado de crear
como consecuencia de las ilusiones del ego. 9Tus creaciones no son
huérfanas, de la misma manera en que tú tampoco lo eres. 10Tu ego y
tu espíritu nunca serán co-creadores, pero tu espíritu y tu Creador lo serán
siempre. 11Ten por seguro que tus creaciones están tan a salvo como
tú.
12El
Reino está perfectamente unido y perfectamente
protegido,
y el ego no prevalecerá contra él. 13Amén.
2. Esto se ha escrito en forma de oración
porque así puede serte más útil en momentos de tentación. 2Es una
declaración de independencia. 3La encontrarás muy provechosa si la
entiendes cabalmente. 4El que necesites mi ayuda se debe a que has
negado a tu propio Guía, y, por consiguiente, necesitas ser guiado. 5Mi
papel consiste en separar lo falso de lo verdadero, para que la verdad pueda
traspasar las barreras que el ego ha erigido y así brillar en tu mente. 6El
ego no puede imperar en contra de nuestra fuerza conjunta.
3. Es seguro
que a estas alturas resulta evidente por qué el ego considera que el espíritu
es su "enemigo". 2El ego surgió como resultado de la
separación, y la continuidad de su existencia depende de que tú sigas creyendo
en la separación. 3El ego tiene que ofrecerte algún tipo de
recompensa para que sigas abrigando esta creencia. 4Lo único que
puede ofrecerte es una sensación de existencia temporal que se origina con su
propio comienzo y termina con su propio final. 5Te dice que esa vida
es tu existencia porque es la suya propia. 6Frente a ésta sensación
de existencia temporal, el espíritu te ofrece el conocimiento de la permanencia
y de la inmutabilidad del estado de ser. 7Nadie que haya
experimentado la revelación de esto puede volver a creer completamente en el
ego otra vez. 8¿Cómo iba a poder imperar su miserable oferta por
encima del glorioso regalo que Dios te hace?
4. Tú que te
identificas con el ego no puedes creer que Dios te ame. 2No amas lo
que hiciste, y lo que hiciste no te ama a ti. 3El ego, que fue
engendrado como resultado de tú haber negado al Padre, no le guarda lealtad a
su hacedor. 4No puedes ni imaginarte la relación real que existe
entre Dios y Sus creaciones debido al odio que le tienes al ser que fabricaste.
5Proyectas sobre el ego tu decisión de estar separado, y esto entra
en conflicto con el amor que, por ser su hacedor, sientes por él. 6No
hay amor en este mundo que esté exento de esta ambivalencia, y puesto que
ningún ego ha experimentado amor sin ambivalencia, el amor es un concepto que
está más allá de su entendimiento. 7El amor aflorará de inmediato en
cualquier mente que de verdad lo desee, pero tiene que desearlo de verdad. 8Esto
quiere decir desearlo sin ninguna ambivalencia, y esta forma de desear está
completamente desprovista de la "compulsión de obtener" del ego.
5.Existe una clase de experiencia tan
diferente de todo lo que el ego pudiera ofrecerte que nunca más querrás volver
a encubrirla u ocultarla. 2Es necesario repetir que tu creencia en
la oscuridad y en la ocultación es la razón de que la luz no pueda pasar. 3La Biblia hace referencia
frecuentemente a los inconmensurables dones que te aguardan, pero que tienes
que pedir. 4Ésta no es una condición como las que el ego establece, 5sino
que es la gloriosa condición de lo que tú eres.
6.Ninguna fuerza excepto tu propia
voluntad es lo suficientemente fuerte o digna como para poder guiarte. 2En
esto eres tan libre como Dios, y así será eternamente. 3Pidámosle al
Padre en mi nombre que te mantenga consciente de Su Amor por ti y del tuyo por
Él. 4Él nunca ha dejado de responder a este ruego, pues lo único que
éste pide es lo que Su Voluntad ya ha dispuesto. 5Quienes piden
sinceramente siempre reciben respuesta. 6No debes anteponer otros
dioses a Él porque no hay otros dioses.
7.Nunca se te ha ocurrido realmente
renunciar a todas las ideas que jamás hayas tenido que se oponen al
conocimiento. 2Conservas miles de retazos de temor que le impiden
la entrada al Santísimo. 3La luz no puede filtrarse a través de los
muros que levantas para obstruir su paso, y nunca estará dispuesta a destruir
lo que tú has hecho. 4Nadie puede ver a través de un muro, pero yo
puedo transponerlo. 5Mantente alerta contra los retazos de miedo que
aún conservas en tu mente o, de lo
contrario, no podrás pedirme que lo transponga. 6Sólo puedo ayudarte
tal como nuestro Padre nos creó. 7Te amaré, te honraré y respetaré
absolutamente lo que has hecho, pero no lo apoyaré a menos que sea verdad. 8Nunca
te abandonaré tal como Dios tampoco te abandonará, pero tengo que esperar,
mientras tú continúes eligiendo abandonarte a ti mismo. 9Debido a
que espero con amor y no con impaciencia, es indudable que me pedirás con
sinceridad que lo transponga. 10Vendré en respuesta a toda llamada
inequívoca.
8. Examina
detenidamente qué es lo que estás realmente pidiendo. 2Sé muy
honesto contigo mismo al respecto, pues no debemos ocultarnos nada el uno al
otro. 3Si realmente tratas de hacer esto, habrás dado el primer paso
en el proceso de preparar a tu mente a fin de que el Santísimo pueda entrar en
ella. 4Nos prepararemos para ello juntos, pues una vez que Él haya
llegado, estarás listo para ayudarme a preparar otras mentes a que estén listas
para Él. 5¿Hasta cuándo vas a seguir negándole Su Reino?
9.En tu propia mente, aunque negada por el
ego, se encuentra la declaración que te hará libre: 2Dios te ha dado
todo. 3Este simple hecho significa que el ego no existe, y esto le
atemoriza mortalmente. 4En el lenguaje del ego, "tener" y
"ser" significan dos cosas distintas, si bien para el Espíritu Santo
son exactamente lo mismo. 5El Espíritu Santo sabe que lo
"tienes" todo y que lo "eres" todo. 6Cualquier
distinción al respecto es significativa solamente cuando la idea de
"obtener", que implica carencia, ha sido previamente aceptada. 7Por
eso es por lo que no hacemos ninguna distinción entre tener el Reino de Dios y
ser el Reino de Dios.
10. Al
sereno ser del Reino de Dios, del que eres perfectamente consciente cuando
estás en tu sano juicio, se le expulsa sin miramientos de aquella parte de la
mente que el ego rige. 2El ego está desesperado porque se enfrenta a
un contrincante literalmente invencible, tanto si estás dormido como si estás
despierto. 3Observa cuánta vigilancia has estado dispuesto a ejercer
para proteger a tu ego, y cuán poca para proteger a tu mente recta. 4¿Quién,
sino un loco, se empeñaría en creer lo que no es cierto, y en defender después
esa creencia a expensas de la verdad?
Video de Mich Gaymard