Lección 120 y Texto UCDM
LECCIÓN 120
Para los repasos de mañana y
noche:
1. (109) Descanso en Dios.
2Hoy descanso
en Dios y dejo que Él obre en mí y a través de mí, mientras descanso en Él en
silencio y con absoluta certeza.
2. (110) Soy tal como Dios me creó.
2Soy el Hijo de Dios.
3Hoy dejo a un
lado todas las enfermizas ilusiones que albergo acerca de mí mismo y dejo que
mi Padre me diga quién soy.
4Descanso en Dios.
3Media hora más tarde:
4Soy tal como Dios me creó.
Texto
III. Las recompensas que se derivan de enseñar
1. Ya
hemos aprendido que todo el mundo enseña, y que enseña continuamente. 2Es
posible que hayas enseñado bien, pero que no hayas aprendido a aceptar el
bienestar que te produce enseñar. 3Si examinases lo que
has enseñado, y cuán ajeno es a lo que creías saber, no podrías por menos que darte
cuenta de que tu Maestro tuvo que proceder de más allá de tu sistema de pensamiento.
4Por lo tanto, Él pudo verlo objetivamente y percibir que no era
cierto. 5Tuvo que haber hecho eso basándose en un sistema de
pensamiento muy diferente, que no tiene nada en común con el tuyo. 6Pues
ciertamente lo que Él ha enseñado y lo que tú has enseñado a través de Él, no
tiene nada en común con lo que tú
enseñabas antes de que Él llegase. 7Y como
resultado de ello, has llevado paz allí donde antes había dolor, y el
sufrimiento ha desaparecido para ser reemplazado por la alegría.
2. Puede
que hayas enseñado lo que es la libertad, pero no has aprendido a ser libre. 2Anteriormente
dije: "Por sus frutos los conoceréis y ellos se conocerán a sí
mismos". 3Pues es indudable que te juzgas a ti mismo de acuerdo
con lo que enseñas. 4Las enseñanzas del ego producen resultados
inmediatos porque aceptas sus decisiones inmediatamente como tu elección. 5Y esa aceptación significa que
estás dispuesto a juzgarte a ti mismo de igual modo. 6Causa y efecto
están claramente definidos en el sistema de pensamiento del ego, pues todo tu
aprendizaje ha estado encauzado a establecer la relación que hay entre ellos. 7¿Y
cómo no ibas a tener fe en lo que tan diligentemente te enseñaste a creer? 8Recuerda,
no obstante, cuánto cuidado has ejercido al elegir sus testigos, y cuánto al evitar los que hablan en favor
de la causa de la verdad y de sus efectos.
3. ¿No te demuestra el hecho de que no hayas aprendido lo que
has enseñado que no percibes a la
Filiación como una? 2¿Y no te demuestra ello
también que no te consideras a ti mismo uno? 3Pues es imposible
enseñar eficazmente si se carece de convicción, y es igualmente imposible que
la convicción se encuentre fuera de ti. 4Jamás podrías haber
enseñado lo que es la libertad a no ser que creyeses, en ella. 5Lo
que enseñaste, pues, tuvo que haber procedido de ti. 6Sin embargo,
es evidente que no conoces el Ser que eres, y que no lo reconoces a pesar de que está activo. 7Lo que está activo tiene que
estar presente. 8Y sólo si niegas Sus obras podrías negar Su
presencia.
4. El propósito de
este curso es que aprendas a conocerte
a ti mismo. 2Has enseñado lo que eres, pero no has permitido que lo que eres te enseñe a ti. 3Has
tenido sumo cuidado en evitar lo obvio, y en no ver la verdadera relación que
existe entre causa y efecto, la cual es perfectamente evidente. 4Dentro
de ti, no obstante, se encuentra todo lo que has enseñado. 5¿Qué
parte de ti puede ser la que no lo ha aprendido? 6TIene que ser esa
parte que realmente es externa a ti, no porque tú la hayas proyectado, sino
porque así es en verdad. 7Y es esa parte que has aceptado dentro de
ti la que no es lo que tú eres. 8Lo que aceptas en tu mente no puede
realmente cambiarla. 9Las ilusiones no son sino creencias en algo
que no existe. 10Y el aparente conflicto entre la verdad y la
ilusión solo puede ser resuelto separándote de la ilusión y no de la verdad.
5. Lo que has enseñado
ya ha logrado esto, pues el Espíritu Santo es parte de ti. 2Al haber
sido creado por Dios, Él no ha abandonado ni a Dios ni a Su creación. 3Él es a la vez Dios y tú, del mismo modo en que tú eres a la vez Dios y
Él. 4Pues la
Respuesta de Dios a la separación te aportó más que lo que tú
trataste de llevarte contigo. 5Él te protegió tanto a ti como a tus
creaciones, al mantener unido a ti lo que tú quisiste excluir. 6Y tus
creaciones ocuparán el lugar de lo que tú admitiste para
reemplazarlas. 7Tus creaciones son muy
reales, pues forman parte del Ser que desconoces. 8Se
comunican contigo a
través del Espíritu Santo, y, para que aprendas a
enseñar lo que eres, te ofrecen gustosamente su poder y gratitud por su creación a ti que eres su hogar. 9Tú que eres anfitrión de Dios lo eres
también de ellas. 10Pues nada real ha abandonado jamás la mente de
su creador. 11Y lo que no es
real nunca estuvo en
ella.
6. Tú no eres dos
seres en conflicto. 2¿Qué puede haber más allá de Dios? 3Si
tú, que lo contienes a Él y a quien Él contiene, eres el universo, todo lo
demás tiene que estar afuera, donde no existe nada. 4Has enseñado
esto, y, desde muy lejos en el universo aunque no desde más allá de ti mismo,
los testigos de tu enseñanza se han congregado para ayudarte a aprender. 5Su
gratitud se ha unido a la tuya y a la
de Dios para fortalecer tu fe en lo que enseñaste. 6Pues lo que
enseñaste es verdad. 7Si eliges estar solo, te excluyes a ti mismo
de tu enseñanza y te mantienes separado de ella. 8Pero unido a ellos
no puedes sino aprender que solamente te enseñaste a ti mismo, y que
aprendiste de la convicción que compartiste con ellos.
7. Este año comenzarás
a aprender y a hacer que lo que aprendas sea comparable a lo que enseñas. 2Has
elegido esto al estar dispuesto a enseñar. 3Aunque enseñar parecía
ocasionarte dolor, dispondrás del gozo que se deriva de ello. 4Pues
dicho gozo reside en el alumno, que se lo ofrece al maestro con gratitud y lo
comparte con él. 5A medida que sigas aprendiendo, tu gratitud hacia
tu Ser, que te enseña lo que Él es, aumentará y te ayudará a honrarlo. 6Y
te darás cuenta de Su poder, de Su fuerza y de Su pureza, y lo amarás como Su
Padre lo ama. 7Su Reino no tiene límites ni fin, ni hay nada en Él que no sea perfecto y eterno. 8Tú
eres todo esto, y no hay nada aparte de esto que pueda ser lo que tú eres.
8. Tu santísimo Ser es digno
de toda alabanza por lo que eres, y por lo que es Aquel que te creó como eres. 2Tarde
o temprano todo el mundo tiene que construir un puente para salvar la brecha
que se imagina existe entre sus dos seres. 3Cada cual construye
dicho puente, a través del cual salvará la brecha que le separa de su Ser, tan
pronto como esté dispuesto a hacer un ligero esfuerzo por construirlo. 4Sus parvos esfuerzos están poderosamente
respaldados por la fortaleza del Cielo y por
la voluntad conjunta de todos los que hacen que el Cielo sea lo que es,
al estar unidos dentro de él. 5Y así, todo aquel que está dispuesto
a cruzar es literalmente transportado hasta el otro lado.
9. Tu puente está
mejor construido de lo que te imaginas, y tus pies están firmemente asentados
en él. 2No dudes de que la atracción de los que están al otro lado
esperándote no te vaya a ayudar a cruzar sin contratiempos. 3Pues
llegarás a donde quieres estar, y a donde te aguarda tu Ser.
Video de Mich Gaymard