Lección 178 y Texto UCDM
LECCIÓN 178
Dios es sólo
Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
1. (165) Que mi
mente no niegue el Pensamiento de Dios.
2Dios es sólo
Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
2. (166) Se me
han confiado los dones de Dios.
2Dios es sólo
Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Texto
II. La perfidia de
creerse especial
1. Hacer comparaciones es necesariamente un mecanismo del ego, pues el
amor nunca las hace. 2Creerse especial siempre conlleva hacer
comparaciones. 3Pues se establece al ver una falta en otro; y se
perpetúa al buscar y mantener claramente a la vista cuanta falta se pueda
encontrar. 4Esto es lo que persigue el especialismo, y esto es lo
que contempla. 5Y aquel a quien tu deseo de ser especial así rebaja,
habría sido tu salvador si tú no hubieses elegido usarlo como un triste ejemplo
de cuán especial eres tú. 6Frente a la pequeñez que ves en él, tú te
yergues alto y señero, irreprochable y honesto, puro e inmaculado. 7No
entiendes que al hacer eso es a ti mismo a quien rebajas.
2. Tratar de ser especial es siempre a costa de la paz.
2¿Quién podría atacar y menospreciar a su salvador y al mismo tiempo
reconocer su fuerte apoyo? 3¿Quién podría menoscabar su omnipotencia
y al mismo tiempo compartir su poder? 4¿Y quién podría usarlo como
medida de la pequeñez y al mismo tiempo liberarse de toda limitación? 5Tú
tienes una función que desempeñar en la salvación. 6Realizarla te
brindará felicidad. 7Pero tratar de ser especial siempre te
ocasionará dolor. 8Pues es una meta que se opone a la salvación, y,
por lo tanto, va en contra de la
Voluntad de Dios. 9Atribuir valor a ser especial
es apreciar una voluntad ajena, para la cual las ilusiones acerca de ti son más
importantes que la verdad.
3. Ser especial es la idea del pecado hecha realidad. 2Sin
esa base no es posible ni siquiera imaginarse el pecado. 3Pues el
pecado surgió de ella, de lo que no es nada, y no es más que una flor maléfica
desprovista de raíces. 4He aquí al que se ha erigido a sí mismo en
"salvador", el "creador" que crea de forma diferente a como
crea el Padre e hizo que Su Hijo fuese como él y no como el Padre. 5Sus hijos "especiales"
son muchos, nunca uno solo, y cada uno de ellos se encuentra exiliado de sí
mismo y de Aquel de Quien forma parte. 6Y ninguno de ellos ama la Unicidad * que los creó como uno solo con Él. 7Ellos
eligieron el especialismo en lugar del Cielo y de la paz, y lo envolvieron
cuidadosamente en el pecado para mantenerlo "a salvo" de la verdad.
4. Tú no eres especial. 2Si crees que lo
eres y quieres defender tu especialismo en contra de la verdad de lo que
realmente eres, ¿cómo vas a poder conocer la verdad? 3¿Qué respuesta
del Espíritu Santo podría llegar hasta ti, cuando a lo que escuchas es a tu
deseo de ser especial, que es lo que pregunta y lo que responde? 4Tan
sólo prestas oídos a su mezquina respuesta, la cual ni siquiera se oye en la
melodía que en amorosa alabanza de lo que eres fluye eternamente desde Dios a
ti. 5Y este colosal
himno de honor que amorosamente se te ofrece por razón de lo que eres parece
silencioso e inaudible ante el "poderío" de tu especialismo. 6Te
esfuerzas por escuchar una voz que no tiene sonido, y, sin embargo, la Llamada de Dios Mismo te
parece insonora.
5. Puedes defender tu especialismo, pero nunca oirás la Voz que habla en favor de Dios a su lado, 2pues
hablan diferentes idiomas y llegan a oídos diferentes. 3Para todo
aquel que se cree especial la verdad tiene un mensaje diferente, y un
significado distinto. 4Sin embargo, ¿cómo podría ser que la verdad
fuese diferente para cada persona? 5Los mensajes especiales que oyen
los que se creen especiales les convencen de que ellos son diferentes y de que
son algo aparte, cada uno con sus pecados especiales y "a salvo” del amor,
el cual no ve su especialismo en absoluto. 6La visión de Cristo es
su "enemigo", pues no ve aquello que ellos quieren ver y les
mostraría que el especialismo que ellos creen ver es una ilusión.
6. ¿Qué podrían ver en su lugar? 2Podrían
ver el brillante fulgor del Hijo de Dios, tan semejante al de su Padre que el
recuerdo de Éste alborearía de inmediato en sus mentes. 3Y con ese recuerdo el Hijo recordaría sus propias creaciones, que son
tan semejantes a él como él es semejante a su Padre. 4Y el mundo que él construyó, así como su deseo de ser especial junto
con todos los pecados que en defensa de ese deseo albergó contra sí mismo, se
desvanecerían a medida que su mente aceptase la verdad acerca de lo que él es y
retornase para ocupar el lugar que aquellos ocupaban, 5Éste es el
único "costo" de la verdad: jamás volverás a ver lo que nunca tuvo
lugar ni a oír lo que no tiene sonido. 6¿Es acaso un sacrificio
renunciar a lo que no es nada y recibir a cambio el Amor de Dios para siempre?
7. Tú que has encadenado a tu salvador a tu deseo de
ser especial y has otorgado a dicho deseo el lugar de aquel, recuerda esto: tu
salvador no ha perdido la capacidad de perdonarte todos los pecados que tú
crees haber interpuesto entre él y la función de salvarte que Dios le
encomendó. 2Y tú no puedes cambiar su función, ni tampoco la
verdad que mora en él y en ti. 3Pero ten por seguro que esta verdad
es exactamente la misma en
cada uno de vosotros. 4La verdad no transmite mensajes diferentes y
sólo tiene un significado. 5Y es un
significado que tú y tu hermano podéis entender y que os brinda liberación a
ambos. 6He aquí a tu hermano ofreciéndote la llave del Cielo que
tiene en su mano. 7No permitas que el sueño de ser especial continúe
interponiéndose entre vosotros. 8Lo que es uno está unido en la
verdad.
8. Piensa en la hermosura que verás dentro de ti cuando
lo consideres tu amigo. 2Él es enemigo de tu deseo de ser especial, pero
amigo de lo que es real en ti. 3Ni uno solo de los ataques que
pensaste haber lanzado contra él lo ha despojado del regalo que Dios quiere que
él te dé. 4Su necesidad de dártelo es tan imperiosa como la tuya de
recibirlo. 5Permítele que te perdone tu deseo de ser especial, y que
restaure la plenitud de tu mente y te haga uno con él. 6El está en
espera de tu perdón, pero únicamente para poder devolvértelo a ti. 7No
fue Dios Quien condenó a Su Hijo, sino tú, para salvar su especialismo y matar
a su Ser.
9. Has llegado muy lejos por el camino de la verdad,
demasiado lejos como para titubear ahora. 2Un paso más, y todo
vestigio del temor a Dios quedará disuelto en el amor. 3El deseo de
ser especial de tu hermano y el tuyo son enemigos, y en su mutuo odio están
comprometidos a matarse el uno al otro y a negar que son lo mismo. 4Mas
no han sido ilusiones las que han llegado hasta este último obstáculo, el cual
parece hacer que Dios y Su Cielo estén tan lejos que no se pueden alcanzar. 5Aquí
en este santo lugar se alza la verdad esperando para recibirte a ti y a tu hermano
en silenciosa bendición y en una paz tan real y abarcadora que nada queda
excluido. 6No traigas ninguna de las ilusiones que abrigas acerca de
ti mismo a este lugar, al que vienes lleno de esperanza y honestidad.
10. He
aquí el que te puede salvar de tu deseo de ser especial. 2Él tiene tanta necesidad de que
lo aceptes como parte de ti, como tú de que él te acepte a ti. 3Eres
tan semejante a Dios como Dios lo es a Sí Mismo. 4Dios no es
especial, pues Él no se quedaría con ninguna parte de lo que Él es sólo para
Sí, negándosela a Su Hijo y reservándola sólo para Sí Mismo. 5Y esto es lo que tú temes, pues si Él no es especial, entonces Su
Voluntad dispuso que Su Hijo fuese como Él, y, por lo tanto, tu hermano no
puede sino ser como tú. 6Él
no es especial, pero lo tiene todo, incluyéndote a ti. 7Dale sólo lo
que ya es suyo, y recuerda que Dios Se dio a Sí Mismo a ambos con el mismo
amor, para que ambos pudierais compartir el universo con Él, Quien dispuso que
el amor jamás pudiese ser dividido ni mantenerse separado de lo que es y ha de
ser para siempre.
11. Tú
le perteneces a tu hermano, pues a él no se le negó ninguna
parte del amor. 2¿Cómo iba a ser que tú perdieses por ser él íntegro?
3Lo que se le ha dado a él es lo que hace que tú seas íntegro, y lo
que hace que él sea íntegro también. 4El Amor de Dios te dio a ti tu
hermano, y a ti a él porque el Padre se dio a Sí Mismo. 5Lo que es igual
a Dios es uno con El. 6Y ahora que finalmente tienes la esperanza de
paz a la vista, sólo el deseo de ser especial podría hacer que el hecho
innegable de que tú y tu Padre sois uno pareciese ser todo menos el Cielo.
12.El deseo de
ser especial es el sello de la traición impreso sobre el regalo del amor. 2Todo
lo que apoya sus propósitos no tiene otro objetivo que el de matar. 3Todo
regalo que lleve impreso su sello no ofrece otra cosa que traición al que lo da
y al que lo recibe. 4Ni una sola mirada de los ojos que él ciega
deja de contemplar escenas de muerte. 5Todo aquel que cree en su
poder no hace sino transigir y hacer concesiones para establecer al pecado como
substituto del amor y servirle con gran lealtad. 6Y toda relación
que tenga el propósito del pecado en gran estima no hace sino aferrarse al
asesinato como arma de seguridad y como el protector supremo de todas las
ilusiones contra la "amenaza" del amor.
13. La esperanza
de ser especial hace que parezca posible que Dios hizo al cuerpo para que fuese
la prisión que mantiene a Su Hijo separado de El. 2Pues el
especialismo requiere un lugar especial donde Dios no pueda entrar y un
escondite donde a lo único que se le da la bienvenida es a tu insignificante
yo. 3Nada es sagrado aquí, excepto tú y sólo tú, un ente aparte y
separado de todos tus hermanos; a salvo de cualquier intrusión de la cordura en
las ilusiones; a salvo de Dios, pero destinado al conflicto eterno. 4He
aquí las puertas del infierno tras las cuales tú mismo te encerraste, para
gobernar en la demencia y en la soledad tu reino especial, separado de Dios y
alejado de la verdad y de la salvación.
14. La llave que
tú tiraste Dios se la dio a tu hermano, cuyas santas manos quieren ofrecértela
cuando estés listo para aceptar el plan de Dios para tu salvación en vez del
tuyo. 2¿Cómo puedes llegar a estar listo, salvo reconociendo toda tu
abyecta desdicha y dándote cuenta de que tu plan ha fracasado y de que jamás te
aportará ninguna clase de paz o felicidad? 3Ésta es la desesperación
por la que ahora estás pasando, pero no es más que una ilusión de desesperación.
4La muerte de tu especialismo no es tu muerte, sino tu despertar a
la vida eterna. 5No haces sino emerger de una ilusión de lo que eres
a la aceptación de ti mismo tal como Dios te creó.