Lección 54 y Texto UCDM
LECCIÓN 54
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
1. (16) No tengo pensamientos neutros.
2Tener pensamientos neutros es
imposible porque todos los pensamientos tienen poder. 3O bien dan
lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real. 4Pero es
imposible que no tengan efectos. 5Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento,
así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis
errores sean corregidos. 6Mis pensamientos no pueden ser
simultáneamente verdaderos y falsos. 7Tienen que ser lo uno o lo
otro. 8Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos.
2. (17) No veo cosas neutras.
2Lo que veo da testimonio de lo
que pienso. 3Si no pensase no existiría, ya que la vida es
pensamiento. 4Permítaseme mirar al mundo que veo como la
representación de mi propio estado de ánimo. 5Sé que éste puede
cambiar. 6Y sé asimismo que el mundo que veo
puede cambiar también.
3. (18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
2Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un
mundo privado. 3Incluso la descabellada idea de la separación tuvo
que compartirse antes de que se pudiese convertir en la base del mundo que veo.
4Sin embargo, cuando se compartió esa idea no se compartió nada. 5Puedo
invocar también mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo.
6Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de
separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos
reales. 7Y el mundo que mis pensamientos reales me muestran
alboreará en su visión así como en la mía.
4. (19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
2No soy el único en nada. 3Todo
lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo. 4Un
Hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. 5No puede
ser el único en nada. 6Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a
todas las mentes junto con la mía porque mío es el poder de Dios.
5. (20) Estoy decidido a ver.
2Puesto que reconozco que la
naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe,
estoy decidido a ver. 3Veré los testigos que me muestran que la
manera de pensar del mundo ha cambiado. 4Veré la prueba de que lo
que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo,
la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas. 5Quiero
contemplar el mundo real, y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una.
Texto
VIII. El cuerpo como medio o como fin
1. Las
actitudes que se tienen hacia el cuerpo son las actitudes que se
tienen hacia el ataque. 2Las definiciones del ego con respecto a
todas las cosas son inmaduras, y están siempre basadas en el propósito que él
cree que todas ellas tienen. 3Esto se debe a que es incapaz de hacer
generalizaciones, y equipara lo que ve con la función que le adscribe. 4No
lo equipara con lo que es. 5Para el ego el
cuerpo es algo con lo que atacar. 6Puesto que te equiparas
con el cuerpo, el ego te enseña que tu propósito es atacar. 7El
cuerpo, pues, no es la fuente de su
propia salud. 8La condición del cuerpo depende exclusivamente de
cómo interpretas su función. 9Las funciones son algo inherente al
estado de ser, pues surgen de éste, mas su relación no es recíproca. 10EI
todo ciertamente define a la parte, pero la parte no define al todo. 11Conocer
en parte, no obstante, es conocer enteramente debido a la diferencia
fundamental que existe entre conocimiento y percepción. 12En la
percepción el todo se construye a base de partes que se pueden separar y
ensamblar de nuevo en diferentes constelaciones. 13El conocimiento,
por otra parte, nunca cambia, su constelación, por lo tanto, es permanente. 14La
idea de que entre las partes y el todo hay relación sólo tiene sentido en el
nivel de la percepción, en la que el cambio es posible. 15Aparte de
eso, no hay ninguna diferencia entre la parte y el todo.
2. El cuerpo existe en un mundo que parece
tener dos voces que luchan por su posesión. 2En esta percibida
constelación se considera al cuerpo como capaz de alternar su lealtad de una a
otra, haciendo que los conceptos de salud y enfermedad tengan sentido. 3El
ego, como de costumbre, da lugar a una confusión fundamental entre los medios y
el fin. 4Al considerar al cuerpo como un fin, el cuerpo no tiene
realmente utilidad para el ego, puesto que el cuerpo no es un fin. 5Debes
haber notado una descollante característica en todo fin que el ego haya
aceptado como propio. 6Cuando lo alcanzas te deja insatisfecho. 7por
eso es por lo que el ego se ve forzado a cambiar incesantemente de un objetivo
a otro, para que sigas abrigando la esperanza de que todavía te puede ofrecer algo.
4. Es difícil percibir que la enfermedad es un
testigo falso, ya que no te das cuenta de que está en total desacuerdo con lo
que quieres. 2Este testigo, por consiguiente, parece ser inocente y
digno de confianza debido a que no lo has sometido a un riguroso interrogatorio.
3De haberlo hecho, no considerarías a la enfermedad un testigo tan
vital en favor de la postura del ego. 4Una afirmación más honesta
sería que los que quieren al ego están predispuestos a defenderlo. 5Por
lo tanto, se debe desconfiar desde un
principio de los testigos que el ego elige. 6El ego no convoca
testigos que disientan de su causa, de la misma manera en que el Espíritu Santo
tampoco lo hace. 7He dicho que juzgar es la función del Espíritu
Santo, para la cual Él está perfectamente capacitado. 8Mas cuando el
ego actúa como juez, hace todo menos juzgar imparcialmente. 9Cuando
el ego convoca un testigo, lo ha convertido de antemano en un aliado.
5. Todavía sigue siendo cierto que el cuerpo, de
por sí, no tiene ninguna función porque no es un
fin. 2El ego, no obstante, lo establece como un fin porque,
como tal, su verdadera función queda
velada. 3Éste es el propósito de todo lo que el ego hace. 4Su
único objetivo es hacer que se pierda de vista la función de todo. 5Un
cuerpo enfermo no tiene sentido. 6No puede tener sentido porque la
enfermedad no es el propósito del
cuerpo. 7La enfermedad tendría sentido sólo si las dos premisas
básicas en las que se basa la interpretación que el ego hace del cuerpo fuesen
ciertas: que el propósito del cuerpo es atacar, y que tú eres un cuerpo. 8Sin
estas dos premisas la enfermedad es inconcebible.
6. La enfermedad es una forma de demostrar que
puedes ser herido. 2Da
testimonio de tu fragilidad, de tu vulnerabilidad y de tu extrema necesidad de
depender de dirección externa. 3El ego
usa esto como su mejor argumento para demostrar que necesitas su
dirección. 4Impone un sinfín de reglas para que se eviten funestos
desenlaces. 5El Espíritu Santo, perfectamente consciente de la misma
situación, no se molesta en analizarla en absoluto. 6Si los datos no tienen sentido, no tiene objeto
analizarlos. 7La función de la verdad es recopilar información que
sea verdadera. 8Sea
cual sea la forma en que trates de usar el error, de ello no resulta
nada. 9Cuanto más complicados se vuelven los resultados más difícil
puede que resulte reconocer su insustancialidad, mas no es necesario examinar
todos los posibles resultados a que las premisas dan lugar a fin de juzgarlos
correctamente.
7. Un recurso de aprendizaje no es un maestro. 2No
te puede decir cómo te sientes. 3No sabes cómo te sientes porque has
aceptado la confusión del ego, y, por lo tanto, crees que un recurso de aprendizaje
puede decirte
cómo te sientes. 4La enfermedad no es más que otro ejemplo de tu
insistencia en querer pedirle dirección a un maestro
que no sabe la respuesta. 5El ego no puede saber cómo te sientes. 6Cuando
dije que el ego no sabe nada, dije lo único que es completamente cierto con
respecto al ego. 7 Pero hay un corolario: si sólo el conocimiento
existe y el ego no tiene conocimiento, entonces el ego no existe.
8. Tal vez te
preguntes cómo es posible que la voz de algo que no existe pueda ser tan
insistente. 2¿Has pensado alguna vez en el poder de distorsión que
tiene lo que deseas, aun cuando no es
real? 3Son muchos los casos que demuestran cómo lo que deseas
distorsiona tu percepción. 4Nadie puede dudar de la pericia del ego
para presentar casos falsos. 5Ni nadie puede dudar tampoco de que
estás dispuesto a escucharle hasta que decidas no aceptar nada excepto la
verdad. 6Cuando dejes de lado al ego, éste desaparecerá. 6La Voz del Espíritu Santo es tan
potente como la buena voluntad que tengas de escucharla. 8No puede
ser más potente sin que viole tu libertad de decisión, que el Espíritu Santo
intenta restaurar, no menoscabar.
9. El Espíritu Santo te enseña a usar el
cuerpo sólo como un medio de comunicación entre tus hermanos y tú, de modo que
Él pueda enseñar Su mensaje a través de ti. 2Esto los curará y, por
lo tanto, te curará a ti. 3Nada que se utilice de acuerdo con su
propia función tal como el Espíritu Santo la ve, puede enfermar. 4Mas
todo lo que se utiliza de cualquier otra forma no puede sino enfermarse. 5No
permitas que el cuerpo sea el reflejo de una mente dividida. 6No
dejes que sea una imagen de la percepción de pequeñez que tienes de ti mismo. 7No
dejes que refleje tu decisión de atacar. 8Se reconoce que la salud
es el estado natural de todas las cosas cuando se deja toda interpretación en
manos del Espíritu Santo, Quien no percibe ataque en nada. 9La salud
es el resultado de abandonar todo intento de utilizar el cuerpo sin amor. 10La
salud es el comienzo de la correcta perspectiva con respecto a la vida bajo la
dirección del único Maestro que sabe lo que ésta es, al ser la Voz de la Vida Misma.