Lección 32 y Texto UCDM
LECCIÓN 32
He inventado el mundo que veo.
1. Continuamos hoy
desarrollando el tema de causa y efecto. 2No eres víctima del mundo
que ves porque tú mismo lo inventaste. 3Puedes renunciar a él con la
misma facilidad con la que lo construiste. 4Lo verás o no lo
verás, tal como desees. 5Mientras desees verlo, lo verás; cuando ya
no lo desees ver, no estará ahí para que lo puedas ver.
2. La idea de hoy, al igual que
las anteriores, es aplicable tanto a tu mundo interno como al externo, que en
realidad son lo mismo. 2Sin embargo, puesto que los consideras diferentes, las sesiones de
práctica de hoy tendrán una vez más dos fases: una dedicada al mundo que ves
fuera de ti, y la otra, al que ves en tu mente. 3Trata de introducir
en los ejercicios de hoy el
pensamiento de que ambos se encuentran en tu propia imaginación.
3. Una vez más,
comenzaremos la sesión de práctica de por la mañana y la de por la noche
repitiendo la idea de hoy dos o tres veces mientras miras a tu alrededor al
mundo que consideras como externo a ti. 2Luego cierra los ojos y
mira tu mundo interno. 3Procura tratarlos a ambos con la mayor
igualdad posible. 4Repite la idea de hoy sin ningún apresuramiento y
tan a menudo como desees mientras observas las imágenes que tu imaginación le
presenta a tu conciencia.
4. Se recomiendan
de tres a cinco minutos para las dos sesiones de práctica más largas, siendo
tres el mínimo requerido. 2Si notas que hacer los ejercicios te relaja,
los puedes alargar a más de cinco minutos. 3Para facilitar esa
relajación, escoge un momento en el que no preveas muchas distracciones, y en
el que te sientas razonablemente preparado.
5. Estos
ejercicios se deben seguir haciendo asimismo a lo largo del día tan a menudo
como sea posible. 2Las aplicaciones más cortas consisten en lentas
repeticiones de la idea según exploras tu mundo externo o tu mundo interno. 3No
importa cuál de ellos elijas.
6. La idea de hoy
también debe aplicarse inmediatamente a cualquier situación que te pueda
perturbar. 2Aplícala diciéndote a ti mismo:
3He inventado esta situación tal como la veo.
Texto
... Continuación de lección anterior
6. Como ya dije anteriormente:
"Lo que enseñes es lo que aprenderás". 2Si reaccionas
como si te estuvieran persiguiendo, estarás enseñando persecución. 3No
es ésta la lección que el Hijo de Dios debe enseñar si es que ha de alcanzar su
propia salvación. 4Enseña más bien tu perfecta inmunidad, que es la
verdad acerca de ti, y date cuenta de que no puede ser
atacada.
5No trates de protegerla, pues, de lo contrario, creerás que es
susceptible de ser atacada. 6No se te pide ser crucificado, lo cual
fue parte de lo que yo aporté como maestro. 7Se te pide únicamente
que sigas mi ejemplo cuando te asalten tentaciones mucho menos extremas de
percibir falsamente, y que no las aceptes como falsas justificaciones para
desatar tu ira. 8No puede haber justificación para lo
injustificable. 9No creas que la hay, ni enseñes que la hay. 10Recuerda
siempre que enseñas lo que crees. 11Cree lo mismo que yo, y
llegaremos a ser maestros de igual calibre.
7. Tu resurrección es tu
redespertar. 2Yo soy el modelo del renacimiento, pero el renacimiento en sí no es más que
el despuntar en la mente de lo que ya se encuentra en ella. 3Dios
Mismo lo puso allí, y, por lo tanto, es cierto para siempre. 4Yo
creí en ello, y, por consiguiente, lo acepté como la verdad. 5Ayúdame
a enseñárselo a nuestros hermanos en nombre del Reino de Dios, pero cree primero
que es verdad, pues, de lo contrario, enseñarás mal. 6Mis hermanos
se quedaron dormidos durante la supuesta "agonía del huerto", pero yo
no pude haberme indignado con ellos porque sabía que no podía ser abandonado.
8. Lamento cuando mis hermanos
no comparten mi decisión de oír solamente una Voz, pues eso los debilita como
maestros y como alumnos. 2Con todo, sé que no pueden realmente
traicionarse a sí mismos ni traicionarme a mí, y que sobre ellos es donde
todavía tengo que edificar mi iglesia. 3No hay ninguna otra alternativa
al respecto porque únicamente tú puedes ser la roca de la iglesia de Dios. 4Állí
donde hay un altar hay una iglesia, y la presencia del altar es lo que hace
que la iglesia sea santa. 5La iglesia que no inspira amor, tiene un
altar oculto que no está sirviendo al propósito para el que Dios lo destinó. 6Tengo
que edificar Su iglesia sobre ti porque quienes me aceptan como modelo son
literalmente mis discípulos. 7Los discípulos son seguidores, y si el modelo que siguen ha elegido evitarles
dolor en relación con todo, serían ciertamente insensatos si no lo siguiesen.
9. Elegí, por tu bien y por el mío,
demostrar que el ataque más atroz, a juicio del ego, es irrelevante. 2Tal
como el mundo juzga estas cosas, mas no como Dios sabe que son, fui
traicionado, abandonado, golpeado, atormentado y, finalmente, asesinado. 3Está
claro que ello se debió únicamente a las proyecciones de otros sobre mí, ya que
yo no le había hecho daño a nadie y había curado a muchos.
10. Seguimos gozando de perfecta
igualdad como alumnos, aunque no es necesario que tengamos las mismas experiencias.
2El Espíritu Santo se regocija cuando puedes aprender de las mías y valerte
de ellas para volver a despertar. 3Ése es su único propósito y ésa
es la única manera en que yo puedo ser percibido como el camino, la verdad y la
vida. 4Oír una sola voz nunca implica sacrificio. 4Por el
contrario, si eres capaz de oír al Espíritu Santo en otros, puedes aprender de
sus experiencias y beneficiarte de ellas sin tener que experimentarlas
directamente tú mismo. 6Eso se debe a que el Espíritu Santo es uno,
y todo aquel que le escucha es conducido inevitablemente a demostrar Su camino
para todos.
11. Nadie te está persiguiendo, del
mismo modo en que nadie me persiguió a mí. 2No se te pide que
repitas mis experiencias, pues el Espíritu Santo, a Quien compartimos, hace que
eso sea innecesario. 3Para valerte de mis experiencias de manera
constructiva, no obstante, tienes aún que seguir mi ejemplo con respecto a cómo
percibirlas. 4Mis hermanos, que son también tus hermanos, están
constantemente justificando lo injustificable. 5La única lección que
tengo que enseñar, puesto que la aprendí, es que ninguna percepción que esté
en desacuerdo con el juicio del Espíritu Santo está jamás justificada. 6Mi
función consistió en mostrar que esto es verdad en un caso extremo, simplemente
para que pudiese servir como un instrumento de enseñanza ejemplar para aquellos
que, en situaciones no tan extremas, sienten la tentación de abandonarse a la
ira y al ataque. 7Mi voluntad, junto con la de Dios, es que ninguno
de Sus Hijos sufra.
12. La crucifixión no puede ser compartida porque es el
símbolo de la proyección, pero la
resurrección es el símbolo del compartir, ya que para que la Filiación pueda conocer
su plenitud, es necesario que cada uno de los Hijos de Dios experimente un redespertar.
2Sólo esto es conocimiento.
13. El mensaje de la crucifixión es inequívoco:
2Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.
14. Si interpretas la crucifixión de cualquier otra
forma, la estarás usando como un arma de ataque en vez de como la llamada a la
paz para la que se concibió. 2Con
frecuencia, los Apóstoles la interpretaron erróneamente, por la misma razón que
otros lo hacen. 3Su propio amor imperfecto les hizo ser vulnerables
a la proyección, y, como resultado de su propio miedo, hablaron de la "ira
de Dios" .como el arma de represalia de Éste. 4No pudieron
hablar de la crucifixión enteramente sin ira porque sus propios sentimientos de
culpabilidad habían hecho que se sintiesen indignados.
15. Éstos son
algunos de los ejemplos de pensamiento tergiversado del Nuevo Testamento, si
bien su evangelio es, en realidad, únicamente el mensaje del amor. 2Si
los Apóstoles no se hubieran sentido culpables, nunca me habrían podido
atribuir expresiones tales como: "No he venido a sembrar paz, sino espadas".
3Esto está en clara oposición a todas mis enseñanzas. 4De
haberme entendido realmente, no podrían haber descrito tampoco mi reacción a
Judas como lo hicieron. 5Yo no pude haber dicho: "¿Traicionas
al Hijo del Hombre con un beso?" a no ser que hubiese creído en la
traición. 6El mensaje de la crucifixión fue precisamente que yo no
creía en la traición. 7El "castigo" que se dijo infligí a
Judas fue un error similar. 8Judas era mi hermano y un Hijo de Dios,
tan miembro de la Filiación
como yo. 9¿Cómo iba a condenarlo cuando estaba listo para probar que
condenar es imposible?
16.Cuando leas las enseñanzas de los Apóstoles,
recuerda que les dije que había muchas cosas que ellos no entenderían hasta más
tarde porque en aquel entonces aún no estaban completamente listos para
seguirme. 2No quiero que dejes que se infiltre ningún vestigio de
miedo en el sistema de pensamiento hacia el que te estoy guiando. 3No
ando en busca de mártires sino de maestros. 4Nadie es castigado por
sus pecados, y los Hijos de Dios no son pecadores. 5Cualquier
concepto de castigo significa que estás proyectando la responsabilidad de la
culpa sobre otro, y ello refuerza la idea de que está justificado culpar. 6El
resultado es una lección acerca de cómo culpar, pues todo comportamiento enseña
las creencias que lo motivan. 7La crucifixión fue el resultado de
dos sistemas de pensamiento claramente opuestos entre sí: el símbolo perfecto
del "conflicto" entre el ego y el Hijo de Dios. 8Este
conflicto parece ser igualmente real ahora, y lo que enseña tiene que
aprenderse ahora tal como se tuvo que aprender entonces.
17.Yo no necesito gratitud, pero tú necesitas
desarrollar tu mermada capacidad de estar agradecido, o no podrás apreciar a
Dios. 2Él no necesita que lo aprecies, pero tú sí. 3No se puede amar lo que no se
aprecia, pues el miedo hace que sea imposible apreciar nada. 4Cuando
tienes miedo de lo que eres no lo aprecias, y, por lo tanto, lo rechazas. 5Como
resultado de ello, enseñas rechazo.
18. El poder de
los Hijos de Dios está presente todo el tiempo porque fueron creados para ser
creadores. 2La influencia que ejercen unos sobre otros es ilimitada,
y tiene que usarse para su salvación conjunta. 3Cada uno de ellos
tiene que aprender a enseñar que ninguna forma de rechazo tiene sentido. 4La
separación es la noción del rechazo. 5Mientras sigas enseñando esto
lo seguirás creyendo. 6No es así como Dios piensa, y tú tienes que
pensar como Él si es que has de volver a conocerlo.
19.Recuerda que el Espíritu Santo es el vínculo de
comunicación entre Dios el Padre y Sus Hijos separados. 2 Si
escuchases Su Voz sabrías que tú no puedes herir ni ser herido, y que son
muchos los que necesitan tu bendición para poder oír esto por sí mismos. 3Cuando
sólo percibas esa necesidad en ellos, y no respondas a ninguna otra, habrás
aprendido de mí y estarás tan deseoso de compartir lo que has aprendido como lo
estoy yo.
Video Mich Gaymard