Lección 33 y Texto UCDM
LECCIÓN 33
Hay otra manera de ver el mundo.
1. Lo que se
intenta con la idea de hoy es que reconozcas que puedes cambiar tu percepción
del mundo tanto en su aspecto externo como en el interno. 2Deben
dedicarse cinco minutos completos a la sesión de práctica de por la mañana,
así como a la de por la noche. 3En estas sesiones debes repetir la
idea tan a menudo como te resulte cómodo, aunque es esencial que las
aplicaciones no sean apresuradas. 4Alterna tu examen entre tus
percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no
sea abrupto.
2. Mira
simplemente de pasada al mundo que percibes como externo a ti. aLuego
cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. 2Trata
de ser igualmente desapegado con ambos, y de mantener ese desapego cuando
repitas la idea en el transcurso del día.
3. Las sesiones de
práctica más cortas se deben hacer tan frecuentemente como sea posible. 2La
idea de hoy debe aplicarse también de inmediato, de surgir cualquier situación
que te tiente a sentirte perturbado. 3En estas aplicaciones, di:
4Hay otra manera de ver esto.
4. Recuerda
aplicar la idea de hoy en el momento en que notes cualquier molestia. 2Quizá
sea necesario sentarte en silencio un minuto más o menos y repetir la idea para
tus adentros varias veces. 3Cerrar los ojos probablemente te ayudará
en este tipo de aplicación.
Texto
II.
La alternativa a la proyección
1. Cualquier división en la mente conlleva por fuerza
el rechazo de una parte de ella misma, y eso es lo que es la creencia en la separación. 2La
plenitud de Dios, que constituye Su paz, no puede ser apreciada salvo por una
mente íntegra que reconozca la plenitud de la creación de Dios. 3Mediante
ese reconocimiento, dicha mente conoce a su Creador. 4Exclusión y
separación son sinónimos, al igual que separación y disociación. 5Dijimos
anteriormente que la separación fue y sigue siendo un acto de disociación, y
que una vez que tiene lugar, la proyección se convierte en su defensa
principal, o, en otras palabras, el mecanismo que la mantiene vigente. 6La
razón de ello, no obstante, puede que no sea tan obvia como piensas.
2. Repudias lo que proyectas,
por lo tanto, no crees que forma parte de ti. 2Te excluyes a ti
mismo al juzgar que eres diferente de aquel sobre el que proyectas. 3Puesto
que también has juzgado contra lo que proyectas, continúas atacándolo porque
continúas manteniéndolo separado dé ti. 4Al hacer esto de manera
inconsciente, tratas de mantener fuera de tu conciencia el hecho de que te has
atacado a ti mismo, y así te imaginas que te has puesto a salvo.
3. La proyección, sin embargo,
siempre te hará daño. 2La proyección refuerza tu creencia de que tu
propia mente está dividida, creencia ésta cuyo único propósito es mantener
vigente la separación. 3La proyección no es más que un mecanismo
del ego para hacerte sentir diferente de tus hermanos y separado de ellos. 4El
ego justifica esto basándose en el hecho de que ello te hace parecer
"mejor" que tus hermanos, y de esta manera empaña tu igualdad con
ellos todavía más. 5La proyección y el ataque están inevitablemente
relacionados, ya que la proyección es siempre un medio para justificar el
ataque. 6Sin proyección no puede haber ira. 7 El ego
utiliza la proyección con el solo propósito de destruir la percepción que
tienes de ti mismo y de tus hermanos. 8El proceso comienza
excluyendo algo que existe en ti, pero que repudias, y conduce directamente a
que te excluyas a ti mismo de tus hermanos.
4. Hemos aprendido, no obstante,
que hay una alternativa
a la proyección. 2Todas las capacidades del ego se pueden emplear
para un propósito mejor, ya que sus capacidades las dirige la mente, que
dispone de una Voz mejor. 3El Espíritu Santo extiende y el ego
proyecta. 4Del mismo modo en que los objetivos de ambos son
opuestos, así también lo son sus resultados.
5. El Espíritu Santo comienza
percibiendo tu perfección. 2Como sabe que esa perfección es algo
que todos comparten, la reconoce en otros, y así la refuerza tanto en ti como
en ellos. 3En vez de ira, esto suscita amor tanto en ellos como en
ti porque establece el estado de inclusión. 4Puesto que percibe
igualdad, el Espíritu Santo percibe en todos las mismas necesidades. 5Esto
invita automáticamente a la
Expiación porque la Expiación es la necesidad universal de este
mundo. 6Percibirte a ti mismo de esta manera es la única forma de
hallar felicidad en el mundo. 7Eso se debe a que es el
reconocimiento de que tú no estás en este mundo, pues el mundo es un lugar
infeliz.
6. ¿De qué otra forma puedes
encontrar dicha en un lugar desdichado, excepto dándote cuenta de que no estás
en él? 2Tú no puedes estar donde Dios no te ubicó, y Dios te creó
como parte de Él. 3Eso es al mismo tiempo donde estás y lo que eres.
4Esto es alga completamente inalterable. 5Es inclusión
total. 6No puedes cambiarlo ahora ni nunca.. 7Es verdad
para siempre. 8No es una creencia, sino un Hecho. 9Todo
lo que Dios creó es tan verdadero como Él. 10La verdad de ello
radica solamente en su perfecta inclusión en Aquel que es el único que es
perfecto. 11Negar esto es negarte a ti mismo y negarlo a Él, puesto
que es imposible aceptar a uno sin el otro.
7. La perfecta igualdad que el
Espíritu Santo percibe es el reflejo de la perfecta igualdad-del
conocimiento de Dios. 2La percepción del ego no tiene equivalente en
Dios, pero el Espíritu Santo sigue siendo el puente entre la percepción y el
conocimiento. 3Al permitirte usar la percepción de forma que
refleje el conocimiento, éste finalmente podrá ser recordado. 4El
ego preferiría creer que es imposible que ese recuerdo alboree en tu mente, sin
embargo, es tu percepción lo que el Espíritu Santo guía. 5Tu
percepción acabará allí donde comenzó. 6Todo converge en Dios porque
todo fue creado por Él y en Él.
8. Dios creó a Sus
Hijos extendiendo Su Pensamiento y conservando las extensiones de Su
Pensamiento en Su Mente. 2Todos Sus Pensamientos están, por lo
tanto, perfectamente unidos dentro de sí mismos y entre sí. 3El Espíritu Santo te capacita para poder percibir esta
plenitud ahora. 4Dios te creó para que creases. 5No
puedes extender Su Reino hasta que no conozcas la plenitud de éste.
9. Los pensamientos se originan
en la mente del pensador, y desde ahí se extienden hacia afuera. 2Esto
es tan cierto del Pensamiento de Dios como del tuyo. 3Puesto que tu
mente está dividida, puedes percibir y también pensar. 4No
obstante, la percepción no puede eludir las leyes básicas de la mente. 5Percibes
desde tu mente y proyectas tus percepciones al exterior. 6Aunque la
percepción es irreal, el Espíritu Santo puede usarla provechosamente por el
.hecho de que tú la concebiste. 7Él puede inspirar cualquier
percepción y canalizarla hacia Dios. 8Esta convergencia parece
encontrarse en un futuro lejano sólo porque tu mente no está en perfecta
armonía con esta idea y, consecuentemente, no la desea ahora.
10. El Espíritu Santo hace uso del tiempo, pero no cree en,
él. 2Puesto que Él procede de Dios, usa todo para el bien, pero no
cree en lo que no es verdad. 3Puesto que se encuentra en tu mente,
ésta sólo puede creer lo que es verdad. 4El Espíritu Santo puede
hablar únicamente en favor de eso porque habla en favor de Dios. 5Te insta a que le devuelvas
toda tu mente a Dios, ya que en realidad tu mente nunca se separó de Él. 6Si
nunca se separó de Él, sólo tienes que percibirla tal como es para que retorne
a Él. 7Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo
tanto, reconocer que la
separación nunca tuvo lugar. 8El ego no
puede prevalecer contra esto porque ello es una afirmación explícita de que él
nunca existió.
11. El ego puede aceptar la idea de que es necesario retornar porque
puede, con gran facilidad, hacer que ello parezca difícil. 2Sin
embargo, el Espíritu Santo te dice que incluso el retorno es innecesario
porque lo que nunca ocurrió no puede ser difícil. 3Mas tú puedes hacer que la idea de retornar sea a la
vez necesaria y difícil. 4Con todo, está muy claro que los que son
perfectos no tienen necesidad de nada, y tú no puedes experimentar la
perfección como algo difícil de alcanzar, puesto que eso es lo que eres. 5Así
es como tienes que percibir las creaciones de Dios, de modo que todas tus
percepciones estén en línea con la única manera de ver del Espíritu Santo. 6Esta
línea es la línea directa de comunicación con Dios, y le permite a tu mente
converger con la Suya.
7Nada está en conflicto en esta percepción, ya que significa que toda percepción está guiada por el Espíritu Santo, cuya
Mente está fija en Dios. 8Sólo el Espíritu Santo puede resolver
conflictos porque sólo el Espíritu Santo está libre de conflictos. 9Él
percibe únicamente lo que es verdad en tu mente, y lo extiende sólo a lo que
es verdad en otras mentes.
12. La diferencia entre la
proyección del ego y la extensión del Espíritu Santo es muy simple. 2El
ego proyecta para excluir, y, por lo tanto, para engañar. 3El
Espíritu Santo extiende al reconocerse a Sí Mismo en cada mente, y de esta
manera las percibe a todas como una sola. 4Nada esta en conflicto en
esta percepción porque lo que el Espíritu Santo percibe es todo igual. 5Dondequiera
que mira se ve a Sí Mismo y, puesto que está unido, siempre ofrece el Reino en
su totalidad. 6Éste es el único mensaje que Dios le dio, en favor
del cual tiene que hablar porque eso es lo que Él es. 7La paz de
Dios reside en ese mensaje, y, por consiguiente, la paz de Dios reside en ti. 8La
gran paz del Reino refulge en tu mente para siempre, pero tiene que irradiar
desde ti hacia afuera para que tomes conciencia de ella.
13. El Espíritu Santo te fue dado con perfecta imparcialidad, y a
menos que lo reconozcas imparcialmente no podrás reconocerlo en absoluto. 2El
ego es legión, pero el Espíritu Santo es uno. 3No hay tinieblas en
ninguna parte del Reino, y tu papel sólo consiste en impedir que las tinieblas
moren en tu mente. 4Ésta armonía con la luz es ilimitada porque está
en armonía con la luz del mundo. 5Cada uno de nosotros es la luz del
mundo, y al unir nuestras mentes en esa luz proclamamos el Reino de Dios juntos
y cual uno solo.
Video de Mich Gaymard