Mindfulness para Mujeres Ejecutivas: Ejercicios Breves para Manejar la Presión en el Entorno Corporativo- Parte 2
Ejercicio 3: Pausa de 3 Minutos
Si estás en medio de una jornada laboral
intensa y sientes que no tienes tiempo para nada más, este ejercicio es perfecto
para ti. Se trata de un check-in rápido que te ayudará a reducir el estrés y
volver a centrarte.
Cómo hacerlo:
1. En el primer minuto, simplemente
pregúntate: "¿Cómo me siento en este momento?". Sin juzgar, observa
tus emociones y sensaciones físicas. ¿Estás tensa? ¿Estresada? ¿Aburrida? Solo
nota cómo te sientes.
2. En el segundo minuto, enfócate en tu
respiración. Inhala y exhala de manera natural, observando cómo el aire entra y
sale de tu cuerpo.
3. En el tercer minuto, expande tu atención
desde la respiración hacia todo tu cuerpo. Siente tus pies en el suelo, tu
espalda contra la silla, tus manos sobre la mesa o tu regazo. Deja que tu
cuerpo se relaje, aunque sea un poco, antes de volver a tus tareas.
Este ejercicio es perfecto para esos momentos
en los que sientes que todo te supera. Solo tres minutos son suficientes para
recalibrar tu mente y cuerpo, y abordar tus tareas con mayor calma y claridad.
Ejercicio 4: Caminata Consciente
Si tienes la oportunidad de moverte un poco
durante tu jornada laboral, una caminata consciente puede ser una excelente
manera de liberar la tensión acumulada y reducir el estrés.
Cómo hacerlo:
1. Sal a caminar por tu oficina, pasillo o
incluso al aire libre, si puedes.
2. Mientras caminas, presta atención a cómo se
siente tu cuerpo al moverse. Siente cómo tus pies tocan el suelo con cada paso
y cómo se balancean tus brazos naturalmente.
3. Respira profundamente mientras caminas,
inhalando y exhalando de manera consciente.
4. No te enfoques en llegar a un destino, solo
disfruta del movimiento de tu cuerpo y el momento presente.
Una caminata consciente de solo cinco minutos
puede hacer maravillas en tu mente, dándote un respiro y permitiéndote volver a
tus tareas con una sensación renovada.
Incorporar mindfulness a tu rutina no requiere de grandes cambios ni tiempos prolongados. A veces un par de minutos, son suficientes para empezar a notar la diferencia. Recuerda que estos ejercicios no solo te ayudarán a sentirte mejor en el momento, sino que, con el tiempo, pueden mejorar tu bienestar general y tu capacidad para manejar la presión de manera más eficaz.
Así que la próxima vez que te sientas abrumada
por el trabajo, tómate un minuto para respirar, prestar atención al momento
presente y reconectar contigo misma. ¡Te mereces ese respiro!
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