El perfeccionismo: La trampa que alimenta a la impostora

 


¿Te exiges más de lo necesario para sentir que mereces tus logros? ¿Crees que todo tiene que ser perfecto para demostrar tu valía? Si es así, no estás sola. El perfeccionismo y el síndrome del impostor son compañeros inseparables que muchas mujeres profesionales enfrentan día a día.

El perfeccionismo no es solo "querer hacer las cosas bien". Es una creencia que nos lleva a pensar que, si no damos el 110%, no seremos lo suficientemente buenas. Pero detrás de esa búsqueda inalcanzable de perfección, se esconden miedo, inseguridad y, a menudo, una voz interna que nos dice: "No eres suficiente".

Hoy, en los Viernes de Transformación, te invito a reflexionar sobre cómo el perfeccionismo puede estar limitando tu liderazgo, tu bienestar y tu capacidad de disfrutar tus logros. Además, compartiré ejercicios prácticos para empezar a liberarte de esta trampa y recuperar tu energía y confianza. 

Ejercicios para trabajar el perfeccionismo y transformar tu mentalidad

  1. Desafía tus estándares inalcanzables

  • Tómate un momento para escribir una lista de las tareas o proyectos recientes donde te exigiste más de lo necesario.

  • Pregúntate: ¿Qué habría cambiado si hubiera entregado un 80% de esfuerzo en lugar del 100%?

  • Reflexiona: ¿Realmente alguien más notó la diferencia entre “muy bueno” y “perfecto”? ¿Qué me impidió detenerme antes?

👉 Tarea: La próxima vez que enfrentes un proyecto, decide un estándar razonable antes de comenzar. Una vez cumplido, permítete detenerte y avanzar.


2. Reconoce tu progreso, no solo el resultado

  • Haz una lista de tres logros recientes. En lugar de centrarte en cómo quedaron perfectos o no, reflexiona sobre:

  • Esto te ayudará a centrarte más en el crecimiento que en el resultado final.

👉 Tarea: Mantén una lista de estas frases en tu escritorio o teléfono y léelas cuando sientas que tu perfeccionismo comienza a tomar el control.


3.Reescribe tu diálogo interno

Cada vez que escuches esa voz que dice: "No es lo suficientemente bueno", detente y respóndele con algo más compasivo, como:

  • "Esto es más que suficiente por ahora".

  • "Mi esfuerzo y dedicación ya valen".

  • "Ser imperfecta no me hace menos valiosa".

👉 Tarea: Mantén una lista de estas frases en tu escritorio o teléfono y léelas cuando sientas que tu perfeccionismo comienza a tomar el control.


4. Abraza lo imperfecto

  • Escoge un proyecto o tarea pequeña y ponle un límite de tiempo claro. Cuando el tiempo se acabe, entrega lo que tengas, sin revisarlo más.

  • Luego, reflexiona sobre esta experiencia: ¿Qué sentiste al dejar algo "imperfecto"? ¿Tuviste algún impacto negativo real o fue más bien una percepción interna?


5. Agenda momentos para desconectar

  • El perfeccionismo puede hacerte sentir que no tienes tiempo para ti misma. Programa al menos 30 minutos al día para hacer algo que disfrutes sin propósito productivo, como leer, caminar o simplemente relajarte.

  • Practica recordarte que tu valor no depende de cuánto haces, sino de quién eres.


El perfeccionismo no es una cualidad que define tu valor; es un hábito que puedes desaprender. Al soltar la necesidad de que todo sea perfecto, descubrirás que liderar con autenticidad y autocompasión es mucho más poderoso. 🌟 ¿Lista para dar el primer paso?


Patricia Vera Osses

Consultora en Psicología Transpersonal


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